sábado, 28 de abril de 2012

TORNEO CONDE DE GODÓ » La fragilidad del talento

Andy Murray y Feliciano López muestran su potencial, pero sucumben frente a la solidez de Raonic y Ferrer.- Nadal se clasifica para semifinales tras vencer a Tipsarevic

 


Feliciano López, durante el partido ante David Ferrer


Hay una reflexión de Toni Nadal, tío y entrenador de Rafael Nadal, que no tiene desperdicio. Asegura el técnico mallorquín que el talento nace con la persona, pero que hay que irlo desarrollando y potenciando para que no se pierda. “Hay jugadores que solo hace falta verles jugar un rato para saber que nunca llegarán a estar entre los mejores”, señala Toni Nadal. “Otros poseen talento y tienen posibilidades de alcanzar la cima. 

Pero si no se les inculca la mentalidad del trabajo y el sacrificio será también muy difícil que lleguen”.

Rafael Nadal, que se medirá en las semifinales a Verdasco (vencía a Nishikori 4-2 y el nipón abandonó por lesión), es un ejemplo excelente que atesora todas estas premisas. De niño tenía talento no solo para el tenis sino para cualquier deporte. Hubiera podido ser futbolista y estuvo a punto de dedicarse a ello. Hubiera destacado probablemente también en el mundo del golf. 

Pero eligió el tenis, porque su tío vio en él la posibilidad de que jugara bien y decidió dedicarle el tiempo y el esfuerzo necesario para desarrollar todo su potencial. El talento, pero sobretodo el trabajo, la mentalidad y la capacidad de sacrificio es lo que ayer permitió a Nadal clasificarse de nuevo para las semifinales del Open Banc Sabadell tras eliminar a Janko Tipsarevic (6-2, 6-2), y es también lo que le ha permitido ganar 10 títulos del Grand Slam, con solo 25 años.

Sin embargo, el talento puede ser muy frágil si no tiene esa base tan sólida. En la central del RCT Barcelona perdieron en los cuartos de final dos jugadores con un talento incuestionable: Andy Murray y Feliciano López. Antes incluso de pasar por la academia de Sánchez y Casal en Barcelona, Murray había dado muestras de su calidad tenística. Y su evolución no dejaba dudas al respecto. 

Pero de él siempre se dijo que era un jugador demasiado inconsistente para ganar uno de los cuatro grandes. El Grand Slam exige un esfuerzo suplementario. Y Murray, cuarto mundial, está trabajando a fondo con Ivan Lendl para consolidar su talento y evitar que se le esfumen partidos como el que perdió frente a Milos Raonic, un tenista con un saque colosal y un juego de fondo muy consolidado a sus 21 años.

Feliciano López generó muchas expectativas cuando apareció en el circuito con un juego tan distinto al del resto de los españoles. Incluso Ion Tiriac, el hombre que hizo crecer a Boris Becker, dijo de él: “Si estuviera conmigo le convertiría en campeón de Wimbledon en menos de dos años. Lo tiene todo para ganar en hierba”. Siempre jugó bien en Londres. Pero nunca pasó de los cuartos de final. 

Porque su talento natural era demasiado frágil. Como hoy en Barcelona, cuando con 5-4 y 15-40 en la segunda manga dispuso de dos bolas de partido frente a David Ferrer y de otra en el tiebreak del mismo set, antes de acabar perdiendo en tres mangas (6-7, 7-6, 6-3). Feliciano está ahora trabajando duro con Alberto Berasategui que le inculca los valores del trabajo para tener una buena mentalidad, mantenerse agresivo y jugar valiente pero sólido.

Probablemente, Raonic y Ferrer no poseen el talento de sus dos oponentes. Pero, tal vez como consecuencia de ello, se han tenido que machacar en las pistas de entrenamiento para alcanzar la solidez y regularidad que ahora les distingue. Raonic está creciendo todavía, aún le falta. Pero Ferrer es el caso más emblemático de auto superación y entrega absoluta. Y es encomiable verle por sexta vez consecutiva en las semifinales del Open Banc Sabadell, buscando un título que Nadal le ha arrebatado tres veces.

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