Cinco años de cárcel no lograron acabar con la intérprete de 'Pelo Suelto'
Hoy, tras superar una vida de culebrón, ha recuperado el perdón mediático
Es la cantante mexicana que más vende en su país
"Señoras y señores, no olvidarán ustedes el
momento de tomar contacto con Gloria Trevi”. El desaparecido Jordi
Estadella anunció así en 1992 la primera actuación de la cantante mexicana en el mítico programa Un, dos, tres...
El presentador se quedó corto al definir a la joven como un volcán y
acabó aquella noche revolcado por el suelo, con una Trevi despeinada
subida a horcajadas y agarrándole de la corbata mientras cantaba sus
primeros dos temas en España: Pelo suelto y Doctor psiquiatra.
En esa época, el zapeo enfrentó los viernes a
Gloria Trevi, la Trevi, con las Mama Chicho de Telecinco. Y España se
inclinó por la Trevi. Durante semanas barrió el suelo del escenario con
la melena, besó los objetivos de las cámaras y trepó entre las gradas
del público. “Traía hambre y necesidad de llamar la atención
porque quería que se escuchara mi música. Por eso ahora cuando veo las
cosas que hace Lady Gaga me da hasta ternura y me cae bien”, dice la
cantante. Y acertó Estadella, pocos la olvidaron. Pero ¿qué fue de la
Trevi?
Pasados 20 años de aquello, Gloria Trevi
(Monterrey, 1968) responde al teléfono desde Miami, en una de las
paradas de la gira por EE UU para presentar su octavo disco, Gloria.
Se la escucha serena hasta que su ADN se abre hueco en medio de
cualquier frase. “¡Ahhhh!”, grita. Entonces uno se da cuenta de que
sigue siendo ella, para muchos mexicanos una suerte de ave fénix
nacional, para el resto del mundo la protagonista real del más increíble
y jamás inventado culebrón latino.
Acusada junto a su exrepresentante por algunas de sus coristas de abuso sexual y secuestro a menores,
la Trevi pasó casi cinco años entre rejas en cárceles brasileñas y
mexicanas. Denunciada a la Interpol por las autoridades de su país a
finales de los noventa, en el año 2000 fue detenida en Río de Janeiro y más tarde extraditada a México. Sus fotos en el penal dieron la vuelta al mundo.
Los fans se lanzaron a las iglesias del país para rezar por la inocencia de su diva y sus detractores se relamieron con su caída a los infiernos. Años después, en 2004, un juez la exoneró de todos los cargos.
“Salí absuelta de un proceso muy injusto, considerado una de las
aberraciones más grandes que han pasado en mi país. Sigo siendo yo, pero
tuve que reencontrarme otra vez. Gracias a Dios sigo adelante”, dice.
2011, ‘ANNUS HORRIBILIS’
En julio del año pasado, Trevi resbaló
por la escalerilla del avión en el que volvía a México. Los dos metros
de altura le fracturaron el paladar por tres partes y le rompieron parte
de los dientes. “Pensé que me había muerto”, relata. En octubre se
especuló con el secuestro de su marido, Armando Gómez. La vocalista
tranquilizó a sus 1,7 millones de seguidores en Twitter diciendo que
todo estaba bien, e incluso dio dos conciertos esos días. No fue hasta
la liberación de Gómez cuando la Trevi informó de su secuestro.
A
principios de 2012, la Policía detuvo al exportero de la selección
mexicana El Gato Ortiz por su relación con los secuestradores al
servicio del cartel del Golfo que retuvieron, entre otros, al marido de
la Trevi.
La Trevi volvió a nacer, si cabe con más
fuerza.
Hoy es la mexicana que más discos vende en su país. “Ahora nadie
la controla, sobrevivió y tiene mucho talento”, dice la editora de la
sección Hey! del diario mexicano Milenio, Susana Moscatel.
“Cuando nació como artista, en los ochenta, Gloria era parte del
sistema, pero fue capaz, desde dentro del monopolio controlado por
Televisa, de romper con los esquemas y los moldes que entonces nos daban
las telenovelas y convertirse en la chica rebelde”, dice Moscatel.
El año pasado, la hija pródiga de Televisa volvió a la pantalla. Su participación en el programa de niños Pequeños gigantes
desató una polémica en México por sus antecedentes penales. Para
Moscatel, su vuelta a la tele y rodeada de niños “fue una especie de
perdón mediático”. Ajeno a las críticas, el programa prepara estos días
su segunda edición, que también contará con la Trevi como madrina.
Casada con un expresidiario que conoció en sus
días de cárcel, la artista vive ahora en EE UU y tiene dos niños. Dice
que un día se pone el traje de “Super Glo” (de Súper Gloria, que ella
pronuncia en inglés: glou); otro, el traje de supermamá (su
hijo mayor, que tuvo con su exrepresentante, nació en la cárcel), y
otro, “el traje de supervillana”.
El de Super Glo, o el de supervillana,
quién sabe, incluye las mismas licras imposibles ajustadas al cuerpo
que la hicieron famosa. A sus 44 años, Gloria asegura que no ha pasado
por el quirófano más que para “una rebajadita” de nariz –“o me dejaba
bigote o me la rebajaba”– y para arreglarse los dientes tras una caída
el año pasado desde las escalerillas de un avión.
De niña quería llegar a presidenta de la
República. Defensora de los derechos de los gais, de la igualdad o de
los anticonceptivos, ha escandalizado a más de uno. Se pone seria al
hablar de política. Sobre la candidata del PAN a la presidencia,
Josefina Vázquez Mota, la Trevi lo tiene claro: “Hay gente que la va a
votar solo porque es mujer. A mí no me gustaría que votaran por eso,
sino porque es inteligente, que nadie vote por si uno es hombre, mujer o
negro”.
“Quizás Angelina Jolie, pero tendría que estar más joven”. Se hace el silencio, y entonces vuelve a gritar la Trevi: “¡Ahhhh!”.
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