martes, 3 de abril de 2012

Las escritoras Lucía Etxebarria y Rosa Montero buscan la erradicación del «chabolismo canino»



 
 
 








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Goliath recibe el alta médica

Las escritoras buscan la erradicación del «chabolismo canino», en referencia a los animales que permanecen atados, vigilando huertas y descampados


Las escritoras Lucía Etxebarria y Rosa Montero han pedido hoy por carta al Ayuntamiento de Portugalete (Vizcaya) que haga cumplir la normativa vasca de protección a los animales y lidere la lucha contra el «chabolismo canino», en referencia a los animales que permanecen atados, vigilando huertas y descampados.

A través de una nota, la asociación para un trato ético con los animales, ATEA, ha informado de que Etxebarria y Montero han firmado una carta que han remitido al alcalde de Portugalete, Mikel Torres, en la que le instan «a que dé un paso al frente para cumplir con escrupulosidad la normativa proteccionista vasca».

Tras conocer el caso de «Goliath», un perro al que su dueño intentó matar en Portugalete asestándole repetidos golpes en la cabeza con una barra de hierro, las dos escritoras han reconocido la «pertinente respuesta» que dio el Ayuntamiento «ante tan lamentable suceso» y la Jrápida actuación» en la aplicación de la ley.

Asimismo, han valorado la actuación de la Policía local en el caso, que a su juicio representa «la terrible punta del iceberg de un inmenso drama» que viven algunos perros, y han pedido al consistorio que «combata con todo rigor» lo que califican de «chabolismo canino», un fenómeno de gravísimas consecuencias para sus víctimas, por lo general perros, pero que también afecta a otras especies animales, «hacinadas en descampados y zonas de huertas».

Dos metros de cadena


La situación de esos animales «escapa a cualquier control e inspección administrativa, con lo que su integridad física y psíquica se ve seriamente perjudicada, como vulnerada queda la normativa vigente en la materia, que en su articulado prohíbe "Maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que les pueda producir sufrimientos y angustia injustificada"».

Así, ambas escritoras han considerado que el alcalde «no albergará duda alguna sobre el hecho de que «los perros que permanecen siempre atados, por ejemplo, sufren una severa angustia, pues ven de continuo cercenadas sus más básicas necesidades, como son correr, jugar o relacionarse con semejantes».

Por ello, han solicitado a Mikel Torres que «intervenga como estime oportuno para que este escenario comience a cambiar hasta su completa desaparición» ya que «ni los perros ni otros animales merecen tener por todo hogar una caseta apestosa y por todo mundo lo que le permiten dos metros de cadena mugrienta».

Además, han considerado que, tras «el triste episodio de la agresión a "Goliath" y la afortunada declaración de Portugalete como Municipio Amigo de los Animales», el consistorio puede aprovechar esa «oportunidad» y «liderar en su ámbito geográfico algo tan progresista como el respeto por los animales». 

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