Chema G. Fuente
Medio Atlético. Radamel Falcao está en unos números que sólo cosecharon antes que él auténticos hombres sin piedad como Hasselbaink o Baltazar. Diego Simeone lo dijo claro tras el partido contra el Rayo, “el Real Madrid tiene a Cristiano Ronaldo, el Barça a Messi y el Atlético a Falcao”.
El colombiano es, por abrumador KO, el ganador de la batalla por
convertirse en el jugador franquicia de este Atlético de Madrid.
A falta
de ocho partidos, ojalá que sean nueve porque eso significaría que los
del Cholo habrían llegado a la final de Bucarest, el 'Tigre' lleva nada
menos que 30 goles. Sus 22 dianas en Liga pulverizan lo mejor que hizo Sergio Agüero
en cualquiera de las cinco temporadas en las que vivió de rojiblanco.
Falcao es lo que es, un depredador del gol. Un tipo que tiene la
determinación de un tren de mercancías cuando tiene la portería en
medio. Tal y como avisó el mismo protagonista cuando arreciaban los
pitos de un sector del Calderón, los números hablarían por él. Y lo
hacen. Vaya que si lo hacen.
Los que aún se atreven a silbar, lo hacen
como disimulando no vaya a ser que alguien se dé cuenta del atentado
contra la religión del balón que estaban cometiendo. Aquellos que siguen
empeñados en soltar una lagrimita por el argentino pierden el tiempo.
Cada futbolista es singular y el Kun es especial, distinto, enorme...
pero sobre todo es pasado.
Ahora, si los dirigentes del Atlético no
desean que Falcao también se convierta en otro ilustre 'ex', tendrán que
hacer lo que no supieron ni con Agüero ni con Torres, rodearle de un equipo que pelee por títulos de verdad.
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