sábado, 24 de marzo de 2012

"Ya que con la crisis no puedo vender mi piso, lo cambio"

Los trueques de viviendas son una alternativa a la compraventa que cada vez gana más adeptos ante la imposibilidad de poder vender un piso. Internet ha visto a lo largo de los últimos años incrementar el número de personas que ponían imágenes y ofertas de sus pisos tratando de encontrar a alguien que se lo cambie. Los motivos que pueden llevar a una permuta de un inmueble van desde los económicos, a los familiares, pasando por los cambios de residencia. 

 


"Tenía una hipoteca alta y me estaba empezando agobiar, así que decidí cambiar mi piso por uno más asequible", comenta Alberto un bilbaino de 52 años que hace unos meses decidió cambiar su ático en Estepona por un apartamento en la Costa del Sol.

"Sabía que no iba a poder venderlo y decidí intentar cambiarlo", afirma. Así, en agosto de 2009 decidió publicar un anuncio en quierocambiarlo.com gracias al cual dio con una persona que estaba interesada en su vivienda.

Desde que comenzó la crisis numerosos portales han decidido a incluir un servicio para el cambio de casa debido a la fuerte demanda. "En fotocasa se puso en marcha en 2008 a raíz de la petición de los usuarios que solicitaron la posibilidad de tener un espacio en el que poder interrelacionarse para llevar a cabo el posible intercambio de viviendas", afirman desde la inmobiliaria.

A Andrés Rodríguez, cofundador de quierocambiralo.com, no deja de sorprenderle la gran cantidad de inmuebles que se introducen cada día en su web tratando de cambiar de dueño. "Nosotros creamos la página para el intercambio de cosas más cotidianas, que tenemos por casa... pero con el tema de la crisis empezamos a notar como la afluencia de anuncios de vivienda y de vehículos se empezaron a hacer cada vez más numerosos".

No hay más que darse una vuelta por el portal para descubrir el gran éxito de la iniciativa, si la página cuenta con 2.200 ofertas de intercambio de objetos cotidianos (bicicletas, cafeteras...), son cinco veces más los usuarios que ofrecen un cambio de vivienda.

Las razones que pueden motivar un cambio van desde un traslado en el trabajo a la necesidad de una casa más pequeña o más grande por cambios en la familia.

Las razones de José tienen que ver con su salud, "me han recomendado vivir cerca del mar", afirma. En enero este jubilado decidió poner un anuncio en el que ofrecía su casa de Córdoba por una en Motril. "Estuve en contacto con una persona, nos escribimos varios mails con fotos de las casas pero finalmente ha quedado en nada", lamenta. No obstante,  no tira la toalla. "Necesito cambiarme de residencia y pretendemos que el coste de ese cambio sea cero, así que seguiremos intentándolo".

Andalucía con 4.636 fue junto a Madrid (4.216) y Cataluña (4.688) las comunidades donde más trueques se solicitaron en 2008, según datos de Fotocasa. "Lógicamente la oferta y demanda de perumutas inmobiliarias van muy ligadas al volumen de viviendas y personas que ha en la zona aunque las ciudades y provincias de costa mediterránea también se solucitan mucho, como Alicante y Málaga", explican desde cambiocasa.com.


¿Cómo la cambio?

 
El proceso de cambio de un inmueble consta de dos fases. La primera, que sería la localización de la vivienda con la que se va a realizar el intercambio "es muy variable ya que depende de las exigencias y prioridades de cada uno pero podríamos hablar de mínimo un mes y máximo seis meses ya que si en ese tiempo no encuentran la vivienda que encaje en la permuta es posible que no pueda encontrar la vivienda que interesa realmente en el intercambio", afirman desde cambiocasa.com.

"La segunda fase es un proceso prácticamente similar a cualquier gestión de compra-venta y en este caso el tiempo suele oscilar entre uno o dos meses". Y es que los trámites a seguir son iguales a los de comprar un piso: otorgamiento de escritura pública, liquidación de impuestos, inscripción en el Registro de la Propiedad, etc.

Además, al registrarse dos compraventas los gastos e impuestos se duplican, ya que hay que abonar dos plusvalías municipales, dos facturas notariales y dos facturas del Registro de la Propiedad correspondiente. Asimismo, hay que liquidar el impuesto por cada una de las transmisiones patrimoniales. También es habitual que en las permutas no coincidan los precios de los inmuebles, así que lo más lógico es que cada una de las partes asuma sus impuestos.

Alberto recuerda lo larga que se le hizo la espera hasta dar con la vivienda adecuada para el cambio. "Mucha gente me escribió, y se interesó pero pasaron varios meses hasta que di con un piso que a mí también me interesase", afirma.

"Lo más usual es que alguna de las partes o las dos que intervienen en el trueque tengan una hipoteca pendiente", afirman desde fotocasa, "por eso, es aconsejable informarse del estado de cargas y gravámenes de los inmuebles que vayan a adquirir, y que acudan al asesoramiento de un profesional para la preparación de los contratos".


Con pies de plomo

 
Ahora Alberto está tratando de cambiar el piso que tiene en la Costa del Sol por uno en el norte pero está teniendo menos suerte. "Vivimos en Bilbao y nos gustaría tener un piso por esta zona pero llevo más de un año tratando de encontrar a alguien para el cambio y todavía no lo he conseguido".

Pese a que ahora quiera volver a hacer una permuta el bilbaíno asegura que en su día tomó la decisión correcta. "Me alegro un montón de haberlo cambiado y conseguí un desahogo en la hipoteca", asegura, aunque admite que durante el proceso en más de una ocasión le entraron algunos miedos: "antes de hacer nada hay que estar muy seguro y muy convencido de la persona a la que subrogas la hipoteca".

De hecho, los expertos en este tipo de transacciones recomiendan que antes de firmar la escritura de compraventa, o incluso antes de asumir cualquier compromiso, se exija a la otra parte que enseñe su título de propiedad, generalmente en escritura pública, de la que resultará si es propietario o cualquier limitación de las facultades de disponer de la misma. Si no lo hace, el notario comprobará siempre el título de propiedad antes de la firma de la escritura. Posteriormente, en el Registro de la Propiedad se comprobará que la vivienda está inscrita a nombre de la persona que vende y que está libre de cargas.


Te cambio mi casa por una roulotte...

 
José decidió en julio del pasado año desprenderse de una segunda vivienda en Roquetas de Mar y sustituirla por una caravana, pero de momento no ha tenido suerte con el cambio que propone. "Tengo también puesta la casa en venta pero no me llama nadie, pensé que podría cambiarla y así ahorrar un dinero para mi hijo que se va a estudiar este año a Granada".

Este agricultor, padre de tres hijos, asegura que no tiene miedo a los cambios por internet ya que lo ha hecho en otras ocasiones y le ha salido bien. "Hace tiempo cambié un detector de metales, me hizo mucha gracia porque llegaron hasta a ofrecerme un tatuaje por la máquina".

"Creo que de momento no estoy teniendo muchas ofertas porque la gente está esperando a que los pisos bajen aún más", lamenta aunque conserva la esperanza, "lo bueno de los cambios es que te ahorras tener que vender".

Para el cofundador de quierocambiarlo.com, la clave del éxito del trueque se encuentra en los momentos de dificultad económica que estamos atravesando: "es alucinante como te das cuenta que el momento apremia y que la necesidad hace que uno dé vueltas a la cabeza y se hagan cambios que a veces resultan bastante inverosímiles", explica, "de todas formas hay que recordar que el valor de un producto para muchos no está sólo en su precio si no en la utilidad que le puedas dar".

Alberto, como experto que es ya en cambios, asegura que para llevarlos a buen término hay una regla de oro: "siempre hay que estar dispuesto a ceder un poquito". 

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