lunes, 30 de enero de 2012

RAÚL GARCÍA._ Centrocampista de Osasuna "El Atlético es un todo o nada constante"

Raúl García, futbolista de Osasuna

Raúl García, futbolista de Osasuna


Esquiva los micros y rehuye los focos, pero los de esta noche (21.00, Canal+ Liga / GolTV) apuntarán hacia él. Después de prolongar tres años más su compromiso con el Atlético, que desembolsó 13 millones de euros por su fichaje, Raúl García (Pamplona, 1986) ha regresado a casa como cedido para devolver la sonrisa a Osasuna. Un viaje de ida y vuelta. El próximo curso, este centrocampista imponente y de discurso franco debe regresar al Manzanares. "Hasta entonces, a disfrutar", dice.


Disfruto mucho con Mendilibar, me ha ayudado a liberarme. Mi rol aquí es diferente, pero no tengo que demostrar nada a nadie.

Con Simeone, el Atlético puede conseguir ese equilibrio que demanda el equipo. Trabaja muy bien el bloque y van todos a una

Mi objetivo es que, cuando cuelgue las botas, se hable de mí como una buena persona, no de lo que he ganado o los goles que he metido


Raúl García se reencuentra con el Atlético

Raúl García salta sobre Diego Alves durante un encuentro frente el Valencia.


Pregunta. El pasado verano renovó tres años más por el Atlético, hasta 2015, pero nada más firmar puso rumbo a Pamplona. ¿Tan difícil lo veía con Manzano?

Respuesta. Lo primero, y no lo digo de cara a la galería, es siempre el equipo. Debo ser honesto conmigo mismo y preguntarme qué puedo aportar al grupo. Me dijeron que el nuevo míster no iba a contar mucho conmigo, que buscaba un perfil diferente, y yo necesito jugar. Fue la mejor solución para los dos.

P. ¿Le dolieron los pitos de la grada del Calderón?

R. Los aficionados tienen licencia para discrepar, pero no creo que sea la mejor forma de empujar al equipo. Me sorprendieron, porque la hinchada del Atlético es muy fiel, siempre arropa a los suyos. Por eso los silbidos hacen daño.

P. Pero no se amilanó, seguía pidiendo la pelota.

R. Allí dentro me gané un respeto, sobre todo entre los compañeros. Puedes gustar más o menos, pero lo que has hecho queda ahí.

P. Los que le conocen bien dicen que destila humildad...

R. Las personas están por encima de todo. Mi objetivo es que, cuando cuelgue las botas, se hable de mí como una buena persona, no de lo que he ganado o los goles que he metido. Mira, por ejemplo, Puñal. Nadie sabe, solo él, lo que ha currado y lo que ha sufrido para llegar donde ha llegado. Es un ejemplo.

P. El Atlético vive en permanente zozobra institucional. ¿Por qué?

R. Es inexplicable. Por masa social y por historia, es un grande, pero hay demasiados altibajos. Es un todo o nada constante. Cada año se hace una cosa diferente y así es muy difícil que funcionen las cosas. Al final, todo eso se transmite al césped, al jugador, y te hace dudar de todo. Hay que estar mentalmente preparado.

P. De Gea, Agüero, Forlán y, más recientemente, Reyes. ¿Cómo se explica esa fuga de talento?

R. Del grupo que ganamos la Liga Europa y la Supercopa solo quedan unos pocos jugadores. Cambiar tantos futbolistas de la noche a la mañana, ese volver a empezar tan recurrente, no es la mejor opción. Así es complicado arraigar.

P. Con Simeone han remontado el vuelo...

R. Sí, parece que con El Cholo pueden conseguir ese equilibrio que demanda el equipo. Trabaja muy bien el bloque y van todos a una, como un batallón. Diego, Adrián, Falcao... producen vértigo. Ojalá les dure, les deseo lo mejor.

P. Después de cuatro años, dos títulos en el bolsillo y 180 partidos con el Atlético, regresó a Pamplona. ¿Cómo encontró la casa?

R. El club conserva su filosofía. En Tajonar tienen una forma muy concreta de ver las cosas y no la han perdido. Mucha gente me decía antes de volver que segundas partes no son buenas, pero en este caso se ha roto el tópico.

P. Mendilibar ha encajado como un guante en el banquillo...

R. Es un tipo peculiar [ríe]... Pero es un magnífico entrenador. Sabe fijar ese límite que interpone todo técnico con el jugador, pero a la vez es muy cercano. También es muy nervioso. Si te tiene que pegar un grito, te lo pega.

P. Con él, usted juega más adelantado que en el Atlético.

R. Sí. Corro más que antes, pero ahora tengo la portería más cerca. Disfruto mucho. Me ha ayudado a liberarme un poco. Con él no vamos a encerrarnos nunca. Mi rol aquí es diferente, pero no tengo que demostrar nada a nadie.

P. Sin hacer ruido, Osasuna merodea los puestos europeos. ¿Pueden soñar?

R. ¿Por qué no? A excepción de las goleadas contra el Barça y el Madrid, que juegan a otra cosa, el equipo ha demostrado que carbura muy bien. Sobre todo en el Reyno. Es un fortín. Quien quiera llevarse algo de aquí tendrá que sudar sangre.

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