MOSCÚ (Reuters) - Las estrellas del circo ruso, que en su día estuvieron tan bien considerados como astronautas, bailarinas y científicos nucleares, han impresionado a los rusos durante generaciones.
Pero para el público moderno, el atractivo de equilibristas, payasos, domadores de leones, elefantes bailarines y bestias exóticas se ha visto eclipsado por las pioneras innovaciones del Circo del Sol.
Entre bambalinas del circo Nikulin de Moscú, acróbatas y un malabarista en un monociclo ensayan en medio de una cacofonía de música y voces. Un gran elefante gris espera pacientemente su turno en la pista. La peste a animales salvajes es abrumadora.
"Se está haciendo más difícil impresionar a la gente", se quejó Yulia Silantyeva, entrenadora de grandes felinos y descendiente de una gran familia de artistas de primera línea. "(El circo ruso) está perdiendo su gran prestigio".
Durante la Unión Soviética, los circos rusos tenían un estatus a la altura de sus mundialmente conocidos ballet y ópera, haciendo giras internacionales y atrayendo a miembros de la élite rusa como el líder soviético Leonid Breznev, cuya hija se fugó a los 22 años con un acróbata de circo.
"Breznev fue el último líder del país que visitó el circo (...) Ésta no es la actitud que merece el circo", afirmó el director circense Maxim Nikulin, que siguió los pasos de su padre, Yuri, un apreciado y reconocido actor y payaso que aparece en un sello ruso de correos.
Como el prestigio se ha desvanecido y el apoyo estatal se ha secado, los mejores artistas se han ido al extranjero, en una pérdida de talento similar a la fuga de cerebros de científicos e ingenieros que también han abandonado a la madre Rusia.
Muchos artistas han desertado al Circo del Sol, fundado en Montreal y que es ahora el máximo exponente en artes acrobáticas.
Los rusos forman el 35 por ciento de los 1.200 artistas del Circo del Sol. Entre sus filas también hay talentos de otros estados postsoviéticos.
MI SUEÑO
El acróbata ruso Ruslan Yakimolin se formó en el Circo de Moscú, pero dijo no haberlo dudado ni un momento cuando la compañía canadiense le invitó a mudarse hace dos años.
"Unirme al Circo del Sol siempre fue mi sueño, me invitaron y ahora estoy aquí", dijo Yakimolin, recuperando el aliento tras una serie de audaces volteretas en un entrenamiento.
El Circo del Sol, fundado hace 27 años, viajó por primera vez a Moscú hace tres años, pero Rusia ya es su mercado de mayor crecimiento.
Este gran circo está a dos semanas de estrenar la producción más cara de su historia, un despliegue de 57 millones de dólares (unos 44 millones de euros) titulado Zarkana, en el Palacio del Kremlin de Moscú.
Zarkana ocupará esa sala durante más de tres meses, mucho más que las obras de teatro y espectáculo de danza corrientes.
"Hemos tenido cuatro espectáculos en Moscú en 27 meses, esa es la expansión más rápida del Circo del Sol en todo el mundo en los últimos 10 años", explicó Craig Cohon, cofundador del Circo del Sol en Rusia, en una rueda de prensa el miércoles pasado.
La compañía fundada por el ex artista circense y actual multimillonario y turista espacial Guy Laliberte decidirá en abril si abre un espectáculo permanente en Moscú.
Pero Cohon rechazó que el Circo del Sol esté robando público al circo tradicional ruso, entre otras cosas porque las entradas a su espectáculo valen cuatro veces más que las de Nikulin, que vende entradas desde los 13 dólares.
"Es un tipo de entretenimiento completamente diferente", afirmó.
Pese a los complicados efectos especiales de los espectáculos del Circo, Nikulin señaló que los animales, payasos y otros espectáculos tradicionales siguen teniendo el poder de cautivar a los niños.
"Está claro que el Circo del Sol atrae a los mejores talentos de los circos locales y muchos se van", comentó la domadora Silantyeva, indicando que su novio ha sido reclutado por el circo canadiense.
"Pero el circo ruso, los animales rusos, los payasos rusos se quedan. Son algo a los que están acostumbrados los espectadores y por lo que nuestro circo es conocido en todo el mundo", dijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario