Alberto Botía lucha con Siqueira, del Granada.
El nombre del futbolista murciano Alberto Botía está de actualidad ante la posibilidad de que el Barcelona esté sopesando los beneficios que le reportaría repescarlo del Sporting de Gijón para vendérselo al Atlético de Madrid, aunque no se puede descartar que al final decida quedárselo en el Nou Camp.
Este defensa central que nació en Alquerías el 27 de enero de 1989 es uno de los jugadores nacionales con más proyección como lo confirma el hecho de que ya ha estado convocado por Vicente del Bosque para la selección española, aunque no llegó a debutar. Ha sido internacional sub 19, sub 20 y sub 21, con la que se proclamó campeón de Europa en 2011, y medalla de oro en los Juegos Mediterráneos de 2009.
Botía ya tuvo la oportunidad de debutar con el primer equipo azulgrana durante su etapa en el Barcelona B del 2005 al 2009.
Posteriormente fue traspasado al Sporting a coste cero a cambio de reservarse el Barça una opción de recompra. Firmó en 2009 por cuatro temporadas y su ficha ronda los 600.000 euros.
El Atlético de Madrid y el Valencia se han fijado en este jugador, pero son los rojiblancos los que al parecer tienen más urgencia en contratarle para reforzar su sistema defensivo.
Todo indica que Botía cambiará de aires cuando concluya el actual campeonato, también en base a que en junio de 2012 la repesca le cuesta al Barcelona 2,5 millones de euros, pero si espera a junio de 2013 esa cifra se eleva a los 5 millones de euros. El FC Barcelona pagaría esos 2,5 millones al Sporting y a renglón seguido lo vendería al Atlético de Madrid por unos 5 millones de euros, que es la cantidad en la que el club que preside Rosell ha tasado al murciano.
El Sporting de Gijón percibiría un porcentaje de esa operación.
Otra posibilidad que se baraja es que sea repescado para volver a vestir de azulgrana. Todo depende de cómo acabe la temporada el Barça y la planificación deportiva que acometa este equipo.
El Real Murcia ya vivió un par de casos similares; primero con Ismael, que fue recomprado por el Alavés por 900.000 euros para traspasarlo al Betis (1.350.000 euros), y posteriormente con Luis García, al que fichó procedente del Castilla por un millón de euros y para poder traspasarlo por 3 millones al Mallorca le tuvo que abonar un millón al Real Madrid.
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