- El balear derrotó al argentino en una hora y 46 minutos por 6-2, 6-0 y 6-0
- El murciano pudo con el serbio Janko Tipsarevic por 6-4, 6-4 y 6-4
Rafa Nadal en el partido de octavos de Roland Garros
Rafa Nadal ha conseguido clasificarse para los cuartos de final de Roland Garros tras superar al argentino Juan Mónaco en una hora y 46 minutos por 6-2, 6-0 y 6-0 en la pista Suzanne Lenglen de París.
El mejor tenista español de todos los tiempos y número dos actual del mundo comenzó el partido restando y en ese primer juego cometió sus dos únicos errores no forzados del primer set. Dos regalos que salieron del excedente que tuvo el manacorense en su 26 cumpleaños el pasado domingo. El resto de puntos que cayeron del lado argentino tuvo que ganárselos a pulso con su derecha.
Mónaco resistió durante cuatro juegos
El partido comenzó con una tremenda igualdad, moviendo uno al otro hasta poder colocar una derecha ganadora. En el cuarto juego Nadal ya había desgastado a Mónaco y le enseñó que su derecha era la más poderosa, se apuntó el 2-2 con un buen saque colocado y en el siguiente juego aprovechó la primera bola de rotura con un resto profundo, alto y lo más esquinado posible que Mónaco no fue capaz de meter en pista.
Con el 3-2 a favor el de Manacor ya no dejó una sola oportunidad al tandilense, le volvió a romper el servicio en el séptimo después de un gran punto que remató con una volea ganadora y con su saque se anotó el primer set, 6-2, en 43 minutos.
Se habían enfrentado en cuatro ocasiones antes de verse en París y solo una fue favorable para Mónaco por lesión de Nadal, en Cincinnati en 2007. El año pasado en Sevilla el argentino jugó la final de la Copa Davis y allí también sintió la dureza de los marcadores que administra Rafa: 6-1, 6-1 y 6-2.
El deportista más admirado por los españoles ha llegado a su octavo Roland Garros para conquistar la séptima copa de los mosqueteros desgastándose lo mínimo posible. A este partido llegaba sin perder un solo set y con 17 juegos perdidos en los tres partidos previos, reservando así fuerzas para los rivales más fuertes que le irán llegando.
16 juegos consecutivos para Nadal
El segundo set no tuvo más historia que el rosco que se llevó el jugador número 15 de la ATP, Juan Mónaco, 6-0 en 34 minutos, los diez juegos consecutivos del hombre que romperá todos los récords sobre la tierra batida roja y la desesperación del argentino y de sus seguidores ante el huracán Nadal.
En el comienzo del set definitivo Mónaco ya estaba desesperado ante un resultado tan extraño en octavos de un Grand Slam, nada le funcionaba ante un jugador que ha llegado a esta edición en la mejor forma física y mental posible para superar los seis títulos conseguidos por Björn Borg.
Ni la potente derecha paralela o abierta, ni las dejadas fueron recursos suficientes para evitar el humillante marcador 6-2, 6-0 y 6-0 con el que Rafa Nadal llegó a los cuartos de final donde se enfrentará al murciano Nicolás Almagro lo que asegura presencia española en las semifinales.
Almagro derrota a Tipsarevic en tres sets
El español Nicolás Almagro se quitó de en medio al serbio Janko Tipsarevic por 6-4, 6-4 y 6-4 para avanzar a los cuartos de final de Roland Garros, algo que consigue por tercera vez en su carrera.
Poco después de que David Ferrer hiciera lo propio ante Marcel Granollers, el jugador murciano sentenció su victoria ante Tipsarevic en dos horas y 13 minutos, con una formidable derecha cruzada, para lograr los cuartos por tercera vez.
Confianza de hierro
La confianza de Almagro parece de hierro. Levantó un 0-3 en el primer parcial sin inmutarse, de la misma forma que luego fue mandando en el marcador en los dos siguientes, con calma, templando su formidable revés, bien cruzado o paralelo, y minando poco a poco las reservas de Tipsarevic con quien se enfrentaba por primera vez.
Sigue Almagro sin ceder un set en París en cuatro partidos, como Ferrer, y en nueve en total, contando su victoria en Niza. Esta naturalidad en su juego es la que le llevó hoy a romper cinco veces el servicio del serbio y a disfrutar, también con calma, y un beso al cielo, de una merecida victoria, rubricada con una firma especial en la cámara de televisión: "Mazinger", así se siente Almagro.
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