Más de un lector habrá visto por la calle alguna furgoneta anunciando 'Empeño de coches'. La crisis ha provocado que los españoles tengan que avalar un bien como el vehículo para conseguir dinero rápido para afrontar deudas puntuales. Es de los pocos negocios que han pegado un acelerón en los últimos años.
¿Cómo funcionan? El interesado lleva su automóvil a una casa de empeño. Allí, tras valorar y evaluar el estado del mismo, ofrecen un tanto por ciento del valor estimado, "desde 1.000 hasta 60.000 euros", cuentan desde la empresa Flexicar. Un requisito imprescindible es que todos los documentos estén en regla: el seguro en vigor, el impuesto de circulación pagado, la ITV puesta al día, etc.
El coche queda aparcado en un depósito -con vigilancia-, normalmente sin gastos adicionales de estacionamiento. Allí estará según lo pacten las dos partes, pero suele rondar entre el mes y medio y los tres meses.
Este es el tiempo que tiene el cliente para reunir el dinero si quiere recuperar el coche. Si no logra devolver el préstamo, la compañía puede prorrogar el contrato hasta que consiga el capital necesario. Cuando finalmente el dueño quiere 'recomprar' su vehículo, el usuario paga con un interés que puede ir "desde el 3 hasta el 20%, según el tipo de condiciones pactadas".
Otra opción es venderlo
También puede ocurrir que el cliente no esté interesado en recuperar su automóvil. Entonces la casa de empeños se hace cargo de la venta. El usuario se olvida de todos los trámites, como recibir llamadas o enseñar el vehículo, y de la post operación (preguntas, reclamaciones...). Cuando se cierra el trato, el cliente se lleva el 100% del precio pactado previamente.
"Vienen empresarios, amas de casa e incluso estudiantes", Carlos Jimeno (Director de Flexicar)
Carlos Jimeno es el director de Flexicar, una compañía dedicada, entre otras cosas, al empeño de coches: "Sí que es cierto que con la crisis hemos tenido más demanda.
Al haber mucha gente a los que el banco les niega un crédito, se han buscado la financiación a través del coche, con lo que pueden avalarlo de una forma rápida y discreta". Sin embargo, "la crisis también ha aumentado la competencia en el sector", reconoce. Además, Carlos explica que "hay todo tipo de clientes. Desde grandes empresarios hasta estudiantes o amas de casa.
Yo siempre lo digo, los que tienen poco dinero tienen problemas. Pero los que tienen mucho dinero tienen también muchos problemas". Y lo ejemplifica: "Hay empresarios que, en un momento puntual, no pueden pagar a sus trabajadores. Empeñan el coche de la compañía y con el préstamo, paga el sueldo hasta que mejora la situación".
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