Joaquín Caparrós es el técnico de moda en la recta final de la Liga BBVA. El Mallorca
está en puestos de Liga Europa después de anotarse una racha de 15
puntos de 18 posibles. Esta idílica clasificación no estaba en los
planes del club balear al principio de la temporada y mucho menos cuando
en la octava jornada de la Liga BBVA Caparrós llegó al banquillo
sustituyendo a Michael Laudrup. La primera victoria con
el técnico sevillano se logró en la jornada 15, es decir, siete
partidos después y durante toda la primera vuelta el Mallorca navegó en
el filo de los puestos de descenso.
Pero la filosofía de Caparrós empezó
a cuajar en el vestuario. Equipo unido, sacrificado, solidario,
trabajador, duro, que nunca baja los brazos… Y llegó la remontada hasta
lograr, a falta de una jornada, meterse en los puestos europeos. La
guinda la tendrá que poner nada menos que en el Santiago Bernabéu, en
plena fiesta del madridismo por el título de la Liga BBVA. Puede ser por
eso, por la dificultad que implica rascar puntos en el estadio
madridista que a Caparrós le de pena que sólo quede un partido cuando se
equipo está disparado.
El éxito del técnico en el Mallorca, al que llegó después de su
traumática experiencia en el Neuchatel suizo, no es circunstancial ni
fruto de la suerte. Su trayectoria en la Liga BBVA es más que notable y
si logra meter al Mallorca en la Liga Europa significaría que consigue
el objetivo con dos equipos en dos temporadas consecutivas. Porque la
pasada campaña con el Athletic,
Caparrós dejó el equipo en la sexta posición con 58 puntos, una cifra
que con Marcelo Bielsa (49 puntos) ya no podrán alcanzar, aunque con el
argentino jugarán la final de la Liga Europa.
El sevillano también metió
al Athletic en una final de la Copa del Rey.
Caparrós aún no ha renovado con el Mallorca y su nombre se ha relacionado con el Valencia y con el Sevilla.
En la última jornada en el Sánchez Pizjuán la afición sevillista coreó
su nombre. El legado que dejó en su ciudad sigue vigente. Pero de
momento, a Caparrós sólo le preocupa cerrar la temporada con el Mallorca
certificando esa sexta plaza.
Con un reconocimiento a Laudrup porque
“también sumó sus puntos”, el entrenador pone la mira en el último
partido: “Detrás de los éxitos hay mucho trabajo, tiene mucho mérito. Ha
habido mucha unión y esa es la única línea. El Madrid es complicado,
pero el Mallorca tienen ambición e ilusión, si no conseguimos un
resultado positivo será complicado meterse”, reconoce.
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