lunes, 7 de mayo de 2012

Hollande: "El cambio comienza para crecer y dejar la austeridad"

"Mi misión es liderar los valores de la izquierda y para que la austeridad no sea una fatalidad", asegura el futuro presidente socialista de Francia que negociará con Alemania el tratado de disciplina presupuestaria para apostar por el crecimiento 

 


François Hollande y su pareja, Valerie Trierweiler, celebran en la Bastilla la victoria socialista 



François Hollande, ganador de las elecciones presidenciales francesas en 2012  


Francia ha virado hacia la izquierda. Desde la victoria de François Mitterrand en 1981, la República francesa no celebraba la llegada de un presidente socialista. Y desde esta noche lo celebra con la victoria ajustada de François Hollande que acaba con cinco años de "reinado" del conservador Nicolas Sarkozy, que por el momento no cumple con su promesa de dejar la vida política si perdía las elecciones presidenciales. Hollande se convierte en el segundo presidente socialista de la Vª República.

Con esta victoria socialista, la izquierda francesa recupera el Palacio del Elíseo 17 años después en unos comicios marcados por la mayor crisis económica de los últimos sesenta años en Europa.

¿Pero realmente podrá virar y cambiar el actual rumbo de austeridad bajo la dictadura de los mercados y de la disciplina fiscal y presupuestaria que lidera la canciller conservadora alemana Angela Merkel y que apoya el presidente español Mariano Rajoy?

El tiempo lo dirá, pero vaya por delante que en los últimos treinta años diferentes presidentes franceses han prometido iniciar reformas que luego difícilmente han logrado cumplir.

Algunas de sus propuestas se basan en aumentar la justicia social y modificar la actual política europea marcada por la voluntad de Alemania de imponer la disciplina fiscal y los ajustes presupuestarios. El cambio del estatuto del Banco Central Europeo (BCE) para que pueda prestar directamente a los Estados, la creación de los eurobonos para financiar grandes proyectos de futuro y la reforma del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que pueda recaudar una tasa sobre las transacciones financieras, son otras de sus propuestas.

Hollande espera reactivar la economía europea y, por ende, la francesa, lo que le permitirá financiar su política social sin hacer explotar el déficit público, que se ha comprometido a equilibrar en 2017, un año más tarde que Sarkozy.

El candidato socialista ha basado su campaña en la juventud y a ella van dirigidas dos de las principales medidas de su programa.La contratación de 60.000 docentes pretende paliar la reducción de funcionarios en ese sector del último quinquenio, en el que el presidente saliente no sustituyó a la mitad de los que se jubilaron.

Junto a ello, Hollande ha propuesto el llamado "contrato de generación", que fomenta el empleo de jóvenes para asociarlos a personal experto al borde de la jubilación con el fin de que les transmitan sus conocimientos, a cambio de exenciones fiscales para la empresa.

Otra fuente de financiación pasa por una reforma de la política fiscal destinada a tasar a las rentas más elevadas, con la intención de que tributen con un 75 % aquellos que ganen más de un millón de euros al año.

En política energética, Hollande propuso reducir paulatinamente el peso de la nuclear en la producción eléctrica de Francia, para que antes de 2025 pase del 75 % actual al 50 %.Pero ante la polémica generada por esta noticia en un país consciente de que la energía atómica reduce su factura eléctrica, el político socialista indicó que solo pensaba cerrar una central en el presente mandato, la más antigua del país, la de Fessenheim, en el este de Francia.

Para sustituir a la energía nuclear, Hollande propone aumentar el peso de las renovables, que quiere desarrollar con créditos y subvenciones.Además, con el objetivo de mejorar el poder adquisitivo de los franceses, Hollande propone bloquear durante tres meses los precios de los combustibles.

Hollande se convierte a los 57 años en el séptimo presidente de la Quinta República, el primero de izquierdas desde su admirado Mitterrand (1981-1995) y permanecerá cinco años a la cabeza de la quinta potencia económica mundial.

Pero lo que está claro es que ha nacido una esperanza encarnada en François Hollande. Una nueva ilusión ha nacido bajo la presión de los mercados y la grave crisis de desilusión y de deuda que padece Europa.

Como si se tratara de recordar la ilusionante victoria del presidente demócrata estadounidense Barack Obama hace cuatro años, ahora el futuro presidente francés, el socialista François Hollande, se ha erigido como el líder, la "Juana de Arco" de una nueva Francia que debe recuperar la ilusión y los valores de la izquierda no sólo en el país vecino sino en toda Europa sometida a la crisis de deuda.

Faltará saber a partir de mañana lunes 7 de mayo cuáles son los desafíos y cómo los desarrollará el nuevo presidente francés, que se ha comprometido ante los franceses y ante el resto de europeos a renegociar con la canciller alemana Angela Merkel el tratado de estabilidad europeo que impone los recortes del déficit y la austeridad para impulsar políticas económicas de crecimiento que ayuden salir de la crisis y que no estén marcadas exclusivamente por los ajustes sociales y las subidas de impuestos.

Hollande subrayó hoy su intención de dar una dimensión de crecimiento y de empleo a la construcción europea, y que piensa hablar de eso "lo más pronto posible" con los otros países de la UEy en particular con Alemania.

"Mi misión es dar a la construcción europea una dimensión de crecimiento, de empleo, de prosperidad, de futuro y es lo que diré lo más pronto posible a nuestros socios europeos y en primer lugar a Alemania", dijo Hollande en un discurso en su localidad natal de Tulle (en el departamento de la Corrèze ubicado en el centro de Francia) ante miles de seguidores socialistas que anrbolaban francesas europeas y tricolores francesas.

El próximo presidente socialista de Francia se ha visto beneficiado por la crisis económica -a pesar de que en su país la tasa de desempleo es del 10% y que crece económicamente junto con Alemania y a diferencia de la recesión que padece España- y ha logrado "eliminar" del mapa político al lider conservador Nicolas Sarkozy, que ha sido otra víctima política más de la crisis europea.

"Seré el presidente en nombre de la amistad que nos une y de la responsabilidad común y voy a trabajar para extender la justicia social para todos y para dar esperanza y acabar con la precariedad en la que viven miles de jóvenes", señaló en su primer discurso tras conocerse los resultados de los comicios, en los que salió vencedor frente al presidente saliente, Nicolas Sarkozy.

"Soy consciente de que Europa nos mira y estoy seguro de que en muchos países europeos (su victoria) ha sido un alivio, una esperanza" porque "la austeridad no podía ser una fatalidad".

Hollande, que durante toda su campaña reiteró su intención de reformar el tratado europeo negociado a finales del pasado año y firmado a comienzos de marzo para añadir medidas en favor de la reactivación económica y a ese respecto se mostró convencido de que la jornada de hoy "debe ser un nuevo punto de partida para Europa".

"No somos un país cualquiera del planeta, somos Francia. Y como presidente de la República me corresponderá llevar las aspiraciones que siempre han sido del pueblo de Francia: la paz, la libertad, la responsabilidad", o el derecho de cada pueblo de emanciparse de las dictaduras.

En otro momento de su discurso, había enumerado algunos de "los desafíos que nos esperan", y destacó en particular la recuperación económica, la reducción del déficit, "la preservación del modelo social", "la igualdad entre nuestros territorios", "la prioridad educativa", "la transición ecológica" y "la reorientación de Europa por el empleo, por el crecimiento, por el futuro" y "la necesidad de comprender que la austeridad no es una fatalidad y que hay que apoyar políticas de crecimiento para dejar de lado sólo las políticas de austeridad que se han tomado hasta ahora en Europa".

El jefe del grupo parlamentario socialista, Jean-Marc Ayrault, cuyo nombre es uno de los que se barajan como futuro primer ministro de Hollande, había indicado esta tarde que el presidente electo hablaría esta misma noche, una vez que se confirmara su victoria, con la canciller alemana, Angela Merkel, que fue junto a Sarkozy la principal responsable del diseño del nuevo tratado europeo.

Hollande, ha agradecido a los franceses la confianza que han depositado en el para convertirle en presidente de la República francesa.

Hollande, en su primer discurso, pide ser juzgado por dos compromisos: la justicia y la juventud. Las estimaciones de voto apuntan a una victoria suya con un porcentaje del 51,90, frente al 48,10% de Sarkozy con una participación que alcanza el 80% del electorado. Estos resultados abren una nueva era en Europa y en la gestión de la crisis económica.

El próximo presidente se se ha dirigido a sus votantes desde la plaza de la Catedral de Tulle tras ser elegido como nuevo presidente de la República francesa ha asegurado que "el cambio empieza ahora para Francia, para apostar realmente por los valores de la justicia social y del apoyo a los jóvenes y luchar por recuperar los valores de la igualdad, la libertad y la fraternidad y para que la austeridad no sea la única política dominante y apostar por el crecimiento".

"Soy socialista y siempre he querido reagrupar a los humanistas y el mayor apoyo social para que los valores de la izquierda ganen en Francia y en Europa".

El presidente electo de Francia, el socialista François Hollande, ha señalado en su primer discurso tras su triunfo en las elecciones presidenciales que el pueblo ha elegido el "cambio" y asegura que será el presidente de "todos" los franceses.

En la plaza de la Bastilla de París, tradicional lugar de celebración de las victorias electorales de los socialistas y de la izquierda francesa en general se han concentrado decenas de miles de franceses socialistas concentrados celebrando la victoria de su líder.

Una hora antes, Nicolas Sarkozy había reconocido la victoria del socialis François Hollande en las elecciones presidenciales de este domingo.

En un discurso adelantado casi una hora (estaba previsto para las 21.30) el presidente saliente ha asegurado que ya había hablado con el socialista para desearle suerte y había admitido su responsabilidad. Sarkozy, aclamado por los suyos, no ha confirmado su salida de la política pero ha afirmado: "En este momento me dispongo a convertirme en un francés entre los franceses".

¿Cambio en las políticas económicas de Europa?

La elección del socialista francés François Hollande como nuevo presidente francés puede culminar el cambio de las políticas económicas que está viviendo la Unión Europea, con un mayor énfasis en la promoción de crecimiento y el empleo frente a la insistencia en la austeridad de los últimos años.
Este proceso de cambio ya se estaba notando en la UE en las últimas semanas, visto que las políticas de austeridad han logrado ya todo lo que podían, según recordó una fuente diplomática, y su continuación puede estrangular el crecimiento.

El resultado francés implica la derrota en las urnas de otro Gobierno de la UE , una constante desde el inicio de la crisis, y supone también el final del dúo "Merkozy" que ha marcado la respuesta europea a los problemas económicos durante los últimos dos años.En los últimos diez días, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha urgido en Bruselas a poner en marcha una estrategia de crecimiento; mientras que y el comisario europeo de Economía, Olli Rehn, el gran oráculo de la austeridad, abogó ayer en la capital europea por potenciar las inversiones públicas en sectores clave para promover la recuperación, informa EFE.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmó hoy que comparte con Hollande "la convicción de que hay que invertir en el crecimiento y en las grandes redes de infraestructura", aunque manteniendo la consolidación presupuestaria y la reducción de la deuda.

En los últimos dos años, el acento sobre la austeridad en los países más afectados por la crisis (Grecia, Portugal o España) ha generado una caída de la actividad y un crecimiento del paro, que se en la zona euro ha igualado su récord del 10,9 % en marzo pasado, una cifra récord.

"Es el momento de cambiar la dirección de Europa", se apresuró a decir hoy el presidente del Parlamento Europeo, el socialista alemán Martin Schulz tras conocer el resultado de la votación en Francia.

El primer ministro belga, el también socialista Elio Di Rupo, el primer dirigente internacional en felicitar a Hollande, dijo que espera trabajar con Hollande y con los demás líderes de la Unión Europea "en la concreción de un plan de crecimiento y creación de empleos".

Di Rupo, quien estaba en París para la celebración de la campaña de Hollande, insistió en que la "necesaria" responsabilidad presupuestaria a nivel europeo debe ir acompañada "de una ambiciosa estrategia de recuperación para el beneficio de todos los europeos".

Una de las ideas que defiende Hollande es el empleo a gran escala de fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para promover las inversiones en infraestructuras clave a nivel europeo con los que fomentar el empleo, una cuestión que tiene cada vez más seguidores en los despachos de Bruselas.

Hollande también defiende la revisión del "pacto presupuestario" firmado en marzo pasado por 25 de los 27 países comunitarios, pero en ese aspecto todas las fuentes consultadas en las últimas semanas coinciden en que en ese frente no tiene posibilidades de avance.

Más allá de la política económica, la victoria de Hollande supone el final del dúo "Merkozy" que Merkel y el presidente saliente, Nicolas Sarkozy, han integrado en los últimos años para marcar las políticas de la UE con unas formas (no las decisiones) contestadas por muchos de sus socios comunitarios.

El líder de los liberales en el PE, el ex primer ministro belga Verhofstadt, señaló que Hollande apuesta por "un impulso al proyecto europeo" en lugar de las "decepcionantes" políticas intergubernamentales que defendía Sarkozy.

La victoria de Hollande supone "un profundo rechazo a la locura de 'Merkozy' que ha ahogado el crecimiento económico en los últimos dos años", dijo por su parte el presidente del Partido Socialista Europeo, Serguei Stanishev.

El presidente francés saliente también alienó a muchos europeístas con sus guiños a la extrema derecha francesa que cuestionaban algunos logros de la UE, sobre todo la apertura de fronteras del Tratado de Schengen.

En este sentido, la comisaria europea de Justicia, la democristiana luxemburguesa Viviane Reding, no tuvo empacho en señalar en Twitter que la victoria de Hollande por encima de su correligionario Sarkozy supone "al fin, una Francia de la Justicia".

Alemania apoya a Hollande

El gobierno alemán se comprometió hoy a mantener una "estrecha colaboración" con el nuevo presidente francés y pronosticó que se encontrará una vía de compromiso entre la vía del pacto fiscal y la del crecimiento económico para conseguirlo.

"Ambas partes están dispuestas a buscar un compromiso pragmático y viable para lograr el objetivo común de la estabilización del euro", afirmó el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, en declaraciones a la televisión pública ZDF.




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