Madrid será escenario este lunes de la primera reunión ministerial preparatoria de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, una cita de la que sólo estará ausente Venezuela y a la que Argentina, Cuba, y la República Dominicana limitarán su presencia a un representante de su Embajada en España.
La Reunión Iberoamericana de Ministros
de la Presidencia y Equivalentes (RIMPE), que se celebra cada año, tiene
como misión dar contenido a la Cumbre
Iberoamericana, que este 2012 podría quedar enturbiada por las
polémicas nacionalizaciones de YPF (filial de la petrolera española
Repsol) en Argentina y de la filial de Red Eléctrica de España en Bolivia.
Tras el importante número de ausencias registradas en la última cumbre, celebrada en Asunción, el Gobierno español ha dejado claro que se va a volcar en la cita de Cádiz y, por el momento, considera un éxito la asistencia a la reunión ministerial que presidirá mañana y pasado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con representantes de veinte países.
Diez han confirmado que estarán representados por un ministro o una figura equivalente -Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Portugal, Panamá, Paraguay y Uruguay-; y Colombia y Honduras han elegido, como España, un vicepresidente.
Andorra, Costa Rica y Perú enviarán a un viceministro; y México estará representado por un director general.
Según los datos facilitados por el Ejecutivo, esta participación superaría la de las ocho últimas reuniones de ministros de la Presidencia.
A la cita, que se celebrará en el Palacio de la Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno español, bajo el lema "Fortalecimiento institucional para el crecimiento económico y la cohesión social", asistirán también el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; y la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato.
Hasta la Cumbre de Cádiz, que se celebrará el 16 y el 17 de noviembre, hay programadas varias reuniones ministeriales más, en las que se convocará a los responsables de Fomento, Empleo, Educación, Cultura, Interior, Exteriores e Industria.
En la presentación de todos estos actos, a finales de febrero, el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, apostó por fortalecer los lazos comerciales y de inversión con Iberoamérica, con marcos jurídicos estables, para impulsar el crecimiento y la creación de empleo.
Fue después cuando el Gobierno argentino de Cristina Fernández sorprendió al español con la intervención de YPF y hace menos de una semana el presidente boliviano, Evo Morales, anunció la expropiación de la filial en el país andino de Red Eléctrica de España.
Tras el importante número de ausencias registradas en la última cumbre, celebrada en Asunción, el Gobierno español ha dejado claro que se va a volcar en la cita de Cádiz y, por el momento, considera un éxito la asistencia a la reunión ministerial que presidirá mañana y pasado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con representantes de veinte países.
Diez han confirmado que estarán representados por un ministro o una figura equivalente -Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Portugal, Panamá, Paraguay y Uruguay-; y Colombia y Honduras han elegido, como España, un vicepresidente.
Andorra, Costa Rica y Perú enviarán a un viceministro; y México estará representado por un director general.
Según los datos facilitados por el Ejecutivo, esta participación superaría la de las ocho últimas reuniones de ministros de la Presidencia.
A la cita, que se celebrará en el Palacio de la Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno español, bajo el lema "Fortalecimiento institucional para el crecimiento económico y la cohesión social", asistirán también el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; y la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato.
Hasta la Cumbre de Cádiz, que se celebrará el 16 y el 17 de noviembre, hay programadas varias reuniones ministeriales más, en las que se convocará a los responsables de Fomento, Empleo, Educación, Cultura, Interior, Exteriores e Industria.
En la presentación de todos estos actos, a finales de febrero, el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, apostó por fortalecer los lazos comerciales y de inversión con Iberoamérica, con marcos jurídicos estables, para impulsar el crecimiento y la creación de empleo.
Fue después cuando el Gobierno argentino de Cristina Fernández sorprendió al español con la intervención de YPF y hace menos de una semana el presidente boliviano, Evo Morales, anunció la expropiación de la filial en el país andino de Red Eléctrica de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario