jueves, 19 de abril de 2012

Valencia - Atlético de Madrid: Una rivalidad moderna


Valencia y Atlético de Madrid afrontan unas semifinales europeas en busca de una final que apacigüe los ánimos. Los dos equipos están teniendo una temporada un tanto extraña y Bucarest puede convertirse en un punto de evasión para ambas aficiones. Pero la eliminatoria no es una más. La rivalidad de Valencia y Atlético es una rivalidad moderna, iniciada en 1999 y acentuada en 2010.

 

 Valencia - Atlético de Madrid: Una rivalidad moderna

 
Valencia - Atlético de Madrid: Una rivalidad moderna


Valencia y Atlético se juegan un puesto en la final de la Europa League. El día 19 de abril se abre la veda por un billete con destino a Bucarest. Pero, lejos de la victoria, el triunfo supondrá una revancha que no florecerá hasta que el árbitro dé el inicio al partido. La revancha se la llevará la afición del equipo que consiga el pase a la final, pero son dos revanchas distintas.

Y la primera parte de la revancha nos traslada años atrás, a 1999. La temporada 1998-1999 se cerró en Sevilla, en el estadio La Cartuja, con la final de la Copa del Rey que enfrentó al Valencia y al Atlético de Madrid. Para los valencianistas, el título sería un colofón perfecto a una temporada de ensueño. El equipo entrenado por Claudio Ranieri terminó la liga en cuarta posición, con 65 puntos, a uno del Mallorca, a tres del Real Madrid y a catorce del campeón, el Barcelona. 

El Valencia consiguió la clasificación para la Liga de Campeones y la Copa solo serviría para agrandar la ilusión de la grada che. Y para los colchoneros, la consecución de la Copa del Rey supondría un bálsamo tras una competición liguera pésima. El Atlético de Madrid finalizó la campaña en decimotercera posición, con 46 puntos, a quince de las competiciones europeas.

El Valencia, favorito para la Copa

Para la final, el Valencia llegaba como el favorito. El cuarto equipo más en forma de la Liga frente al decimotercero presagiaba un triunfo che además de un partido cómodo. Y así fue. Ranieri salió lo más ofensivo posible, con tres delanteros: Ilie, Vlaovic y Claudio López. 

 Los dos últimos tuvieron las primeras ocasiones del encuentro, haciendo saber a la defensa rojiblanca que la noche sería muy larga. Y en el ecuador de la primera parte, el balón le cayó a Mendieta, escorado en la parte izquierda del área de Molina. El capitán valencianista, con mucha calma, centró atrás encontrando a ‘Piojo’ López, quien empalmó de primeras para marcar el tanto inicial. 

Pocos minutos después, la conexión Ilie – Mendieta volvió a crear una obra de arte. En los cuartos de final ante el Barcelona, el delantero sacó de esquina para que el capitán rematara clavando el esférico en la portería de Hesp. 

Esta vez, en la final, Ilie encontró a Gaizka en la frontal. 

Y en tres toques se originó uno de los goles que todavía se guarda en las retinas de los aficionados valencianistas.

Control de pecho, muslo y sombrero para irse de dos centrales atléticos. Con el balón bajando del aire, Mendieta golpeó con su pierna izquierda y superó a un Molina que no daba crédito a la belleza del tanto. La Cartuja era un segundo Mestalla.

Tras el descanso, más de lo mismo. El vendaval ofensivo del Valencia hizo que Ilie pudiera sentenciar nada más comenzar los segundos 45 minutos. Pero fue Claudio López quien se encargó de finiquitar el triunfo blanquinegro. Una jugada de ataque iniciada por Santi Cañizares, quien tras recoger una falta del Atlético, sacó rápido con un pase perfecto que dejaba al ‘Piojo’ solo para una carrera que olía a gol. 

 Sorprendentemente, Molina salió casi al centro del campo para cortar la asistencia de Cañizares, momento que aprovechó el delantero argentino para irse por velocidad y marcar a placer. El 3-0 final reflejó la superioridad de un Valencia que se paseó en La Cartuja para cerrar un año de ensueño. Fue la antesala del mejor Valencia de la historia.


Revancha colchonera en 2010


La victoria aplastante del Valencia sobre el Atlético aún escuece a orillas del Manzanares. Lo que no sabían los atléticos, es que en el año 2010, se cobrarían la revancha con una eliminatoria de cuartos de final de una competición nueva, la Europa League. 

El día 8 de abril de 2010 se disputó en el Vicente Calderón la vuelta de los cuartos de final de la Europa League. En Mestalla, Valencia y Atlético empataron a dos con goles de Fernandes y Villa para los blanquinegros y de Forlán y Antonio López para los colchoneros. El Atlético sacó mucho premio para el partido que realizó, y quedó todo para la vuelta.

El Valencia estaba obligado a marcar en el Calderón. Unai Emery y la afición se encomendaron al cuarteto formado por Pablo Hernández, Mata, Silva y David Villa. Desde el inicio, buscaron el tanto. Villa tuvo una buena ocasión tras superar a dos centrales, pero su disparo golpeó en el lateral de la red de la portería de De Gea. 

El Atlético también buscó el gol de la tranquilidad, sobre todo en la segunda parte. Forlán tuvo dos oportunidades muy claras. Ante Guaita, el uruguayo desperdició un uno contra uno enviado su vaselina por encima del larguero. Y en otro disparo, el meta de Torrent tocó lo justo para que el balón golpeara en el poste.

El tiempo se acababa y el Valencia necesitaba un gol. En el minuto 69, Unai Emery dio entrada a Nikola Zigic para buscar remates por alto. 

El serbio fue el objetivo de los centros de Vicente y de Pablo. Su primer remate fue desviado por De Gea. En el córner, David Navarro se unió al delantero y cabeceó enviado el cuero por encima del larguero. Y a falta de solo 5 minutos, llegó la jugada polémica. 

Un centro de Vicente iba a ser rematado por Nikola Zigic casi en el área pequeña, intuyendo el gol que diera el pase a las semifinales. Pero el espigado delantero fue agarrado con tal vehemencia que no solo no pudo rematar, si no que le rompieron la camiseta. 

Florian Meyer, colegiado del encuentro, no señaló el penalti convirtiéndose así en enemigo público número uno en Valencia. Además, expulsó a un Unai Emery cabreado ante la acción.
El partido finalizó con el empate a cero en el marcador y el equipo rojiblanco se vengó de la final de 1999. El Atlético se enfrentaría al Liverpool en semifinales y se proclamó campeón venciendo al Fulham. El Valencia se quedó sin ilusión europea y se centró en Liga para conseguir el pase a la Champions.

Este jueves hay un nuevo enfrentamiento entre los dos equipos. Se romperá la igualdad en revanchas y se iniciará una nueva. Es la primera oportunidad para Simeone de hacer algo grande con su Atlético, y la última de Unai Emery para ganar un título con su Valencia. Las espadas están en todo lo alto.

 
 
 

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