jueves, 19 de abril de 2012

El 'Tigre' Falcao se come al Valencia

El Atleti desnuda al Valencia

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El Atlético de Madrid, ni corzo ni perezoso, desnudó al Valencia al lado del Manzanares, donde pasó mucho frío. A los colchoneros no les bastó con quitarle la camiseta a los de Emery, algo que hizo Juanito con Zigic hace dos años, y se cebó con el invasor. Los del Cholo se quedaron hasta con los pantalones de su rival, pero todo pudo ser peor para el Valencia si Ricardo Costa no hubiese puesto el definitivo 4-2 en el último suspiro que le da cierta esperanza pensando en Mestalla.

El Atleti encontró la felicidad en el momento justo. El conjunto rojiblanco le dio un buen meneo al Valencia y hasta Neptuno botó en su fuente escuchando lo que estaba pasando en el Calderón. Los del Cholo le metieron cuatro al Valencia que bien pudieron ser más y señalaron Bucarest en el mapa, pero sí es verdad que el tanto de Ricardo Costa emborronó el escrito rojiblanco, el mejor de la temporada.

Los locales superaron a su rival en casi todos los aspectos, en intensidad y en fútbol, donde brillaron los cuatro fantásticos que marcan la diferencia. La mitad de los goles los hizo Falcao, un salvaje. Adrián voló para hacer el 3-1, Diego dirigió la orquesta y las pelotas de Arda Turan ahogaron a un Valencia necio en el centro del campo, donde quedó retratado un Topal que cada día está más perdido. Es una de las preguntas sin resolver del equipo de Emery.

El Valencia, a pesar de todo, sobrevivió al asalto. Marcó en dos saques de esquina y se mantiene con vida en la eliminatoria buscando arroparse en casa.

Los de Emery aprovecharon un córner para empatar un partido en el que ya Falcao había dejado su huella con la ayuda de Turan y su resistencia a no hacer lo que se propone. Prolongó Rami en el primer palo y Jonas, en boca de gol, igualó antes del descanso. Todo fue una alucinación. Miranda puso el 2-1 justo tras el paso por vestuarios y los maravillosos goles de Adrián y Falcao fueron quitando la ropa del Valencia hasta sentirse avergonzado.

Soldado se marchó del Manzanares haciéndose muchas preguntas. No pasó lo mismo con Falcao. A él sí le ayudaron sus compañeros, aunque firmó el 4-1 sin necesitar aliados. Llegó al área y soltó un zurdazo que tocó en el larguero y entró por la escuadra. Fue como un orgasmo en el Calderón y en la familia atlética, que ya estaba pensando en Bucarest, pero el Atleti es el Atleti. El Valencia, al que le pudieron hacer dos o tres más, recogió una bufanda en el último suspiro para hacer el definitivo 4-2 y pensar que todo es posible aunque te quiten la ropa en un mal viaje.

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