El técnico sostiene que el Atlético, impaciente, perdió el control del partido tras el empate
Coentrão trata de cortar un avance de Diego
Había en el aire antes del partido, entre la hinchada rojiblanca, la
sensación de que, con Diego Pablo Simeone al frente, podría cambiar la
sempiterna historia de decepciones atléticas en los derbis. Cristiano, a
cañonazos, se encargó de sesgar esas esperanzas y de complicar aún más
la presencia en una competición europea.
También contribuyó el portugués a que por primera vez el equipo de Simeone encajara cuatro goles en el Calderón. “Las genialidades de Cristiano Ronaldo nos condenaron a encontrarnos con dos goles que no concordaban con lo que estaba sucediendo en el partido.
Los goles son más importantes que las ideas”, analizó Simeone, que reconoció que a raíz del gol del empate de Falcao su equipo perdió el control del partido: “Creo que después de igualar el choque hemos perdido la pelota. En el primer tiempo y en los primeros 15 minutos del segundo, el equipo ha hecho un buen partido, propusimos bien la idea que teníamos del partido. No tuvimos paciencia”.
En el estancamiento de su equipo, Simeone manejó dos argumentos para explicar que sus futbolistas no pudieran desplegarse como en el primer tiempo. Primero, apuntó a la eficacia del Madrid: “En la segunda parte concretaron mejor sus ocasiones”. Y luego al fondo de banquillo con el que cuenta Mourinho: “En el primer tiempo ellos buscaron varias maneras de superarnos y no pudieron.
Luego quitaron a Kaká, que para mí estaba jugando bien, y entró Özil. Lo mismo sucedió con Benzema cuando entró Higuaín. Para ganar el partido, teníamos que haber jugado los 90 minutos como jugamos los primeros 55 o 60”.
Pese a ese análisis, Simeone no encontró explicación al bajón de su equipo basándose en un posible apagón físico: “No pudimos sostener la pelota, pero no hay que echarle la culpa al físico. Hasta el gol de Falcao tuvimos el partido donde queríamos. El árbitro no tuvo influencia en el resultado, aunque creo que el penalti nos castigó demasiado”.
El técnico argentino no culpó del primer gol a Courtois, que se quedó clavado y de rodillas ante el potentísimo pero lejano lanzamiento de falta de Cristiano: “No vi el gol, me pilló de costado y no tenía buena visión, pero Cristiano nos tiene acostumbrados a ese tipo de lanzamientos”.
Las dudas de Perea y algunos errores del colombiano al sacar la pelota que pusieron taquicárdico al Calderón tampoco fueron motivo de crítica para El Cholo. “Perea ha tenido una buena actuación”. Algunos aficionados se preguntaban por qué no jugaba Domínguez, que se quedó en el banquillo.
La entrada en el once del canterano suponía desplazar a Godín de central izquierdo al derecho y Simeone prefirió mantener al central uruguayo sobre el perfil en el que juega habitualmente cuando Miranda está en el campo.
El Atlético, tras la derrota, se ha quedado noveno en la Liga, a cuatro puntos de la Liga Europa. La Liga de Campeones parece ya un objetivo impensable, aunque Simeone lanzó un mensaje peleón: “Todavía se pueden hacer números”.
Se le notaba al Cholo en su rostro un punto de irritación por la derrota, por no haber podido acabar con la racha de victorias del Madrid en los derbis. Lo único que acertó a decir para su hinchada es que “el domingo hay otro partido”. Enrique Cerezo, presidente del Atlético, tampoco andaba muy contento: “Estoy cabreado, uno nunca se acostumbra a perder derbis”.
También contribuyó el portugués a que por primera vez el equipo de Simeone encajara cuatro goles en el Calderón. “Las genialidades de Cristiano Ronaldo nos condenaron a encontrarnos con dos goles que no concordaban con lo que estaba sucediendo en el partido.
Los goles son más importantes que las ideas”, analizó Simeone, que reconoció que a raíz del gol del empate de Falcao su equipo perdió el control del partido: “Creo que después de igualar el choque hemos perdido la pelota. En el primer tiempo y en los primeros 15 minutos del segundo, el equipo ha hecho un buen partido, propusimos bien la idea que teníamos del partido. No tuvimos paciencia”.
En el estancamiento de su equipo, Simeone manejó dos argumentos para explicar que sus futbolistas no pudieran desplegarse como en el primer tiempo. Primero, apuntó a la eficacia del Madrid: “En la segunda parte concretaron mejor sus ocasiones”. Y luego al fondo de banquillo con el que cuenta Mourinho: “En el primer tiempo ellos buscaron varias maneras de superarnos y no pudieron.
Luego quitaron a Kaká, que para mí estaba jugando bien, y entró Özil. Lo mismo sucedió con Benzema cuando entró Higuaín. Para ganar el partido, teníamos que haber jugado los 90 minutos como jugamos los primeros 55 o 60”.
Pese a ese análisis, Simeone no encontró explicación al bajón de su equipo basándose en un posible apagón físico: “No pudimos sostener la pelota, pero no hay que echarle la culpa al físico. Hasta el gol de Falcao tuvimos el partido donde queríamos. El árbitro no tuvo influencia en el resultado, aunque creo que el penalti nos castigó demasiado”.
El técnico argentino no culpó del primer gol a Courtois, que se quedó clavado y de rodillas ante el potentísimo pero lejano lanzamiento de falta de Cristiano: “No vi el gol, me pilló de costado y no tenía buena visión, pero Cristiano nos tiene acostumbrados a ese tipo de lanzamientos”.
Las dudas de Perea y algunos errores del colombiano al sacar la pelota que pusieron taquicárdico al Calderón tampoco fueron motivo de crítica para El Cholo. “Perea ha tenido una buena actuación”. Algunos aficionados se preguntaban por qué no jugaba Domínguez, que se quedó en el banquillo.
La entrada en el once del canterano suponía desplazar a Godín de central izquierdo al derecho y Simeone prefirió mantener al central uruguayo sobre el perfil en el que juega habitualmente cuando Miranda está en el campo.
El Atlético, tras la derrota, se ha quedado noveno en la Liga, a cuatro puntos de la Liga Europa. La Liga de Campeones parece ya un objetivo impensable, aunque Simeone lanzó un mensaje peleón: “Todavía se pueden hacer números”.
Se le notaba al Cholo en su rostro un punto de irritación por la derrota, por no haber podido acabar con la racha de victorias del Madrid en los derbis. Lo único que acertó a decir para su hinchada es que “el domingo hay otro partido”. Enrique Cerezo, presidente del Atlético, tampoco andaba muy contento: “Estoy cabreado, uno nunca se acostumbra a perder derbis”.
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