¿Cómo se entiende que un grupo
sea descrito por el gobierno de Estados Unidos como un culto, sea
oficialmente señalado como organización terrorista extranjera, y que a
la vez sea visto por algunos legisladores como campeones de los derechos
humanos y la democracias secular?
Sería un desafío hasta para el más talentoso ejecutivo de relaciones públicas.La organización tiene una historia de flexibilidad ideológica y táctica.
Desde 1970, su retórica ha pasado de islamista a secular, de socialista a capitalista, de estar a favor de la revolución iraní a estar en contra, de ser pro Saddam a ser pro Estados Unidos, de violentos a pacíficos.
Y hay otra dicotomía: quienes los apoyan con admiración y quienes los critican ardientemente.
Muyahidín-e Khalq (MEK)
- Fundado en 1965, comenzó una lucha armada contra el Sha de Irán -respaldado por Estados Unidos- en 1971.
- Massoud Rajavi ha sido el líder desde 1997, pero ha sido visto en público desde 2003.
- Su esposa, Maryam Rajavi, es el rostro público del MEK en su rol de presidenta electa del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán.
- Tiene unos 3.400 miembros con base en el Campo Ashraf en Irak. Pero el gobierno iraquí quiere que se vayan.
- El MEK mató a seis personas entre militares y contratistas civiles en Irán en 1970.
- El grupo sigue en la lista de organizaciones terroristas que elabora Estados Unidos, pero ha sido quitado de la de la Unión Europea.
Divorcio obligado
No solo estaba el MEK equipado con armamento pesado y etiquetado como terrorista por el gobierno de Estados Unidos, también tenía una muy impresionante política social interna.
Por ejemplo, les exigía a sus miembros en Irak que se divorcien. ¿Por qué? Porque el amor los distraía de su lucha contra los mullahs en Irán.
Y la dificultad es que la gente ama también a sus hijos.
Entonces la cúpula del MEK les pidió a sus miembros enviar a sus niños a familias sustitutas en Europa.
Europa sería más seguro, el grupo explicó. Algunos padres no han visto a sus hijos en 20 años y más.
Y simplemente para añadir a la mezcla, ex miembros de la organización cuentan cómo participan en confesiones públicas sobre sus fantasías sexuales.
Se podría pensar que eso haría saltar las alarmas, y para algunos oficiales estadounidenses así lo ha hecho.
Un coronel con el que hablé, que tuvo contacto diario y directo con la cúpula del MEK durante seis meses en 2004, dijo que la organización era una secta, y que algunos de los miembros que querían salirse tuvieron que escapar.
Y otro oficial, que estaba allí precisamente en el mismo momento y ahora es un general retirado, se ha convertido en un activo lobista en favor del MEK.
Con su amplia sonrisa y sus modales elocuentemente amistosos, es un buen defensor de la causa. "¿Secta? ¿Qué tal (si lo definimos como un) grupo admirablemente centrado?, dice. "Y nunca escuché sobre alguien que fuera retenido contra su voluntad".
Tiempo después le enviamos un correo electrónico sobre un ex miembro quien aseguraba haberle dicho en la cara al general que la gente era retenida contra su voluntad. "Está mintiendo", respondió el general.
"Mi familia es mi protesta contra el MEK"
Uno tiene que decidir a quién creerle.
Su voz en Estados Unidos
- El fiscal general Michael Mukasey, el ex embajador ante la ONU John Bolton y el secretario de Seguridad Interior Tom Ridge han hablado en favor del MEK.
- El general James Jones, el primer asesor del presidente Obama en seguridad nacional, y el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani han pedido que el MEK sea quitado de la lista de organizaciones terroristas.
- Howard Dean, un ex precandidato a la presidencia, ha pedido que el gobierno de Estados Unidos reconozca a Maryam Rajavi como la legítima presidenta de Irán.
El ex miembro del MEK Eduard Termado ahora vive en Alemania.
Su rostro está lastimado al punto de haber perdido la forma. Su piel está manchada y cerosa, y su frente se cubre constantemente de gotas de sudor. En aquel entonces pasó nueve años como prisionero de guerra en Irak.
Se unió al MEK con el deseo de ayudar a la democracia iraní y no le gustó lo que vio.
Dice que después de tres años pidió dejar el grupo, pero le dijeron que no podía. Se quedó 12 años.
Ahora piensa que unirse al MEK fue el mayor error de su vida y ha expresado ese sentimiento de una forma inusual.
Se casó y tuvo tres hijos. "Mi familia es mi protesta contra el MEK", dice.
Hay muchas otras historias.
Niños que nunca perdonaron a sus padres por abandonarlos. Niños que sí perdonaron y hoy están felizmente reunidos con sus padres. Divorciados que se salieron de la organización diciendo que todavía aman a sus excónyuges que quedaron adentro.
¿A quién creer?
En más de 25 años informando, me han mentido a menudo pero, con los sucesivos testimonios de ex miembros del MEK, sus lágrimas me parecieron suficientemente reales.
Y todavía, hay un significativo número de políticos en Estados Unidos y el Reino Unido que dirían que fui engañado porque los ex miembros del MEK que desparraman estas historias son, en realidad, agentes iraníes.
De nuevo, ¿a quién creer?
En Estados Unidos en particular, un impresionante abanico de figuras públicas han hablado en defensa del MEK.
Hay más de 30 nombres importantes. Gente como el ex alcalde Nueva York Rudy Giuliani, o Howard Dean, alguna vez precandidato demócrata a la presidencia, gobernador retirado y ex jefe del FBI.
A muchos se les paga. De aquellos que han declarado sus ingresos surge que la tarifa actual para un discurso por MEK puede estar en los US$ 20.000 por 10 minutos. Pero muchos otros defensores del MEK lo hacen sin cobrar nada a cambio.
¿Por qué la gente toma posiciones tan marcadas sobre el grupo?
Después de un mes hablando con gente a favor y en contra del MEK, me quedo pensando. Algunos defensores de la causa reciben dinero, otros ven al MEK a través del prisma de Irán, es decir, apoyarán cualquier cosa que pueda ofrecer esperanza de cambio. Muchos tienen buenos motivos pero otros son muy inocentes.
¿Y los ex miembros?
Algunos están amargados, otros simplemente están destrozados.
Fue ahí que se me ocurrió que la percepción que la gente tiene del MEK tiene más que decir sobre ellos que sobre la organización misma.
Es tan difícil de describir con exactitud que uno puede ver su propio reflejo en ella.
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