Felipe Marichalar y Borbón tendrá que regresar al hospital en unos días para recibir un injerto en la planta de su pie derecho
Una semana después de recibir un disparo accidental en su pie derecho,
el nieto mayor de los Reyes será dado de alta durante esta mañana del
hospital Quirón de Madrid, donde se encuentra ingresado desde el
incidente, ya que en estos días ha sido necesario realizarle tres limpiezas quirúrgicas.
Además, Felipe Marichalar y Borbón ha estado sometido a un fuerte
tratamiento de antibióticos en vena, lo que impidió que el alta médica
se le otorgara antes.
A partir de esta tarde, el pequeño continuará su recuperación en el domicilio madrileño que comparte con su madre, la infanta Elena, y su hermana Victoria, aunque tendrá que volver al hospital dentro de unos días, para recibir un injerto en la planta del pie, debido a la pérdida de masa blanda que sufrió tras el disparo.
El pasado sábado, Jaime de Marichalar prestó declaración en la Comandancia de la Guardia Civil de Soria en relación con el accidente de su hijo, acaecido en la finca familiar de Garrejo, en Garray (Soria), a petición del juzgado de instrucción número uno de la ciudad.
Las declaraciones efectuadas en el atestado por Marichalar sobre el suceso han sido remitidas por la Guardia Civil al juez, que decidirá qué pasos dará en la investigación del incidente. Tras los hechos, la Guardia Civil los calificó de "clamorosa infracción".
Felipe, de 13 años, se encontraba con su padre en la finca familiar de Garrejo, en Garray, el pasado lunes, cuando en un descuido se le disparó la escopeta de tres cañones calibre 36 que estaba utilizando.
El niño llevaba la escopeta en la mano apuntando hacia abajo cuando en un momento dado se produjo un disparo, que alcanzó a bocajarro su pie derecho.
Debido a la cercanía del arma con la extremidad, todos los perdigones contenidos en el cartucho salieron proyectados apelotonados y la atravesaron de lado a lado. El impacto se produjo a la altura del segundo metatarsiano, causando también pérdida de tejido blando, que tendrá que ser reinjertado dentro de unos días. No obstante, los médicos aseguran que el menor no va a sufrir secuelas.
A partir de esta tarde, el pequeño continuará su recuperación en el domicilio madrileño que comparte con su madre, la infanta Elena, y su hermana Victoria, aunque tendrá que volver al hospital dentro de unos días, para recibir un injerto en la planta del pie, debido a la pérdida de masa blanda que sufrió tras el disparo.
El pasado sábado, Jaime de Marichalar prestó declaración en la Comandancia de la Guardia Civil de Soria en relación con el accidente de su hijo, acaecido en la finca familiar de Garrejo, en Garray (Soria), a petición del juzgado de instrucción número uno de la ciudad.
Las declaraciones efectuadas en el atestado por Marichalar sobre el suceso han sido remitidas por la Guardia Civil al juez, que decidirá qué pasos dará en la investigación del incidente. Tras los hechos, la Guardia Civil los calificó de "clamorosa infracción".
Felipe, de 13 años, se encontraba con su padre en la finca familiar de Garrejo, en Garray, el pasado lunes, cuando en un descuido se le disparó la escopeta de tres cañones calibre 36 que estaba utilizando.
El niño llevaba la escopeta en la mano apuntando hacia abajo cuando en un momento dado se produjo un disparo, que alcanzó a bocajarro su pie derecho.
Debido a la cercanía del arma con la extremidad, todos los perdigones contenidos en el cartucho salieron proyectados apelotonados y la atravesaron de lado a lado. El impacto se produjo a la altura del segundo metatarsiano, causando también pérdida de tejido blando, que tendrá que ser reinjertado dentro de unos días. No obstante, los médicos aseguran que el menor no va a sufrir secuelas.
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