En el marco de la fusión de Unicaja y Caja España-Duero
Unicaja Caja España Duero
El marco de fusión que los consejos de Unicaja y Caja España-Duero aprobaron el pasado viernes incluye un plan de ahorro de costes del 20% para los próximos tres años, que las entidades esperan recortar en parte en materia laboral. La negociación con los sindicatos, que llevaba en punto muerto el mismo tiempo que la propia fusión, comenzará en los próximos días, según fuentes cercanas a la entidad. El ajuste ya realizado por la fusión de cajas castellanas complica la vía de las prejubilaciones adicionales, pero los representantes de los trabajadores calculan que en Unicaja hay margen para unas 600 prejubilaciones.
Las centrales han comenzado a echar cuentas. Las dos entidades suman 9.321 empleados, y los sindicatos se niegan a que la reducción del 20% en el gasto se traduzca en la salida de 1.800 de ellos. Una de las alternativas que estudian es el celebrado acuerdo laboral alcanzado la pasada semana en Novagalicia Banco que recoge la salida no traumática de 700 empleados, por vía de prejubilaciones y bajas incentivadas a 45 días por año, junto a reducciones de jornada y sueldo, progresivamente, combinando unas condiciones favorables de indemnización, tradicionales hasta ahora en el sector, con las facilidades que da la reforma laboral.
Desde las centrales estiman que al personal mayor de 52 años de Unicaja, susceptible de ser prejubilado, se le sumará una parte de la plantilla de Caja España-Duero de ese tramo de edad, pese a que esta entidad ha prescindido ya de 846 empleados, mayoritariamente por esta vía. Descontado el ahorro que supongan estas salidas, las centrales esperan que la negociación de sueldo y horarios baste para evitar despidos. En cuanto a los 575 millones de euros adicionales que el Estado sumará a los 425 que el FROB dio a la caja castellana, las centrales consideran que irán íntegramente a saneamientos.
Otro de los puntos de la negociación laboral que abre la fusión entre Unicaja y Caja España-Duero será la homogeneización de los salarios. De media, los sueldos en Unicaja, que domina el 70% del grupo, son más bajos, con lo que se espera cierta adecuación a la baja.
Las centrales han comenzado a echar cuentas. Las dos entidades suman 9.321 empleados, y los sindicatos se niegan a que la reducción del 20% en el gasto se traduzca en la salida de 1.800 de ellos. Una de las alternativas que estudian es el celebrado acuerdo laboral alcanzado la pasada semana en Novagalicia Banco que recoge la salida no traumática de 700 empleados, por vía de prejubilaciones y bajas incentivadas a 45 días por año, junto a reducciones de jornada y sueldo, progresivamente, combinando unas condiciones favorables de indemnización, tradicionales hasta ahora en el sector, con las facilidades que da la reforma laboral.
Desde las centrales estiman que al personal mayor de 52 años de Unicaja, susceptible de ser prejubilado, se le sumará una parte de la plantilla de Caja España-Duero de ese tramo de edad, pese a que esta entidad ha prescindido ya de 846 empleados, mayoritariamente por esta vía. Descontado el ahorro que supongan estas salidas, las centrales esperan que la negociación de sueldo y horarios baste para evitar despidos. En cuanto a los 575 millones de euros adicionales que el Estado sumará a los 425 que el FROB dio a la caja castellana, las centrales consideran que irán íntegramente a saneamientos.
Diferencia salarial
Otro de los puntos de la negociación laboral que abre la fusión entre Unicaja y Caja España-Duero será la homogeneización de los salarios. De media, los sueldos en Unicaja, que domina el 70% del grupo, son más bajos, con lo que se espera cierta adecuación a la baja.
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