El padre estudió en Jerusalén y vivió allí varios años antes de volver a Francia hace pocos meses
En Jerusalén recuerdan este martes a Jonathan Sandler, el rabino muerto a balazos ayer en la escuela judía de Toulouse junto a sus dos hijos de cuatro y cinco años. Los que le conocieron destacan de él su generosidad y la dedicación a sus estudiantes. Sandler, de 30 años, estudió en un kollel —una escuela talmúdica para hombres casados— de Har Nof, un barrio de Jerusalén, y vivió hasta hace poco en Israel.
“El tiempo que estuvo aquí, se involucró de lleno en ayudar a estudiantes franceses que estaban de visita en Israel”, explicó el rabino Aharon Getz al diario israelí Jerusalem Post. Getz, que estudió junto al fallecido durante cuatro años dice que su colega era una de las personas más amables que ha conocido. Que invitaba a los estudiantes a su casa durante el Shabat (el día de descanso para los judíos) y que en general era un buen asesor y consejero de sus estudiantes.
Nacido en Francia, el rabino Sandler viajó durante su juventud a Israel para estudiar en una yeshiva —centro de estudios religiosos para solteros— y más tarde regresó a Francia para casarse. En seguida volvió a Israel, donde vivió hasta hace unos meses, cuando decidió volver a Toulouse para enseñar durante un par de años en la escuela en la que había estudiado de niño y en la que murió el lunes. Está previsto que los cuerpos de Sandler y el de sus dos hijos sean trasladados este martes por la noche a Israel, donde recibirán sepultura.
El asesinato en el colegio judío francés ocupa buena parte de las páginas de la prensa israelí. Análisis y reportajes recuerdan otros ataques contra la comunidad judía en la diáspora y opinan sobre las causas y consecuencias del antisemitismo en Europa. El diario Yedioth Ahronoth recoge una cierta polémica suscitada a raíz del entierro de los fallecidos en Israel. Tanto los hijos de Sandler como su viuda son israelíes. El rabino, sin embargo, no tenía pasaporte israelí y por lo tanto no tiene derecho a que Israel financie el traslado de su cuerpo.
“El tiempo que estuvo aquí, se involucró de lleno en ayudar a estudiantes franceses que estaban de visita en Israel”, explicó el rabino Aharon Getz al diario israelí Jerusalem Post. Getz, que estudió junto al fallecido durante cuatro años dice que su colega era una de las personas más amables que ha conocido. Que invitaba a los estudiantes a su casa durante el Shabat (el día de descanso para los judíos) y que en general era un buen asesor y consejero de sus estudiantes.
Nacido en Francia, el rabino Sandler viajó durante su juventud a Israel para estudiar en una yeshiva —centro de estudios religiosos para solteros— y más tarde regresó a Francia para casarse. En seguida volvió a Israel, donde vivió hasta hace unos meses, cuando decidió volver a Toulouse para enseñar durante un par de años en la escuela en la que había estudiado de niño y en la que murió el lunes. Está previsto que los cuerpos de Sandler y el de sus dos hijos sean trasladados este martes por la noche a Israel, donde recibirán sepultura.
El asesinato en el colegio judío francés ocupa buena parte de las páginas de la prensa israelí. Análisis y reportajes recuerdan otros ataques contra la comunidad judía en la diáspora y opinan sobre las causas y consecuencias del antisemitismo en Europa. El diario Yedioth Ahronoth recoge una cierta polémica suscitada a raíz del entierro de los fallecidos en Israel. Tanto los hijos de Sandler como su viuda son israelíes. El rabino, sin embargo, no tenía pasaporte israelí y por lo tanto no tiene derecho a que Israel financie el traslado de su cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario