miércoles, 21 de marzo de 2012

El mismo Márquez de siempre

El piloto, que se perdió casi toda la pretemporada por una lesión ocular a raíz de una caída, sorprende con el tercer mejor tiempo en Jerez

 



Marc Márquez, en Jerez.


A sus 19 años, Marc Márquez ha dado muestras suficientes sobre su calidad al manillar. Cuando hace menos de un mes explicó que los doctores que seguían la evolución de su lesión en el nervio óptico de su ojo derecho no podían poner plazos para su recuperación definitiva, el piloto se mostró tranquilo. “Es muy positivo y lo transmite a los demás”, decía entonces Emilio Alzamora, su representante y director deportivo. Ambos hablaban de sus aspiraciones a ganar el título de Moto2 este 2012 a pesar de que el chico no se había vuelto a subir a su Suter desde que una caída en el gran premio de Malasia el pasado octubre le alejara de la lucha por el campeonato del mundo.

 Pero Márquez se encontraba físicamente más fuerte que nunca –no podía correr en asfalto sobre una moto de velocidad, pero sí entrenarse con máquinas de cross o enduro; y también machacarse en el gimnasio o con la bici- y Alzamora siempre supo del talento con el que trabaja. "Si Marc no estuviera completamente bien y recuperado, no hubiese probado en Jerez", señala ahora Alzamora; "y estamos muy contentos porque lo importante es que empezara a correr, a retomar sensaciones. Pero todo con calma".

Volvió a montarse en la Suter hace exactamente dos semanas, casi cinco meses después. Y hoy, en Jerez, donde se celebran los últimos tests antes de que arranque el Mundial el próximo 6 de abril en Catar, volvió a dejar a todos con la boca abierta. Márquez cerró la jornada con el tercer mejor tiempo (1m,42,5s), a menos de cuatro décimas de segundo del primero, el suizo Thomas Luthi (1m,42,1s). 

Unos tiempos mejores que la pole de Jerez del 2011, que logró Stefan Bradl (1m,42,7s), mientras el propio Márquez había hecho su vuelta rápida de clasificación en 1m,43,3s. El de Cervera (Lleida) se enfrentaba el lunes por vez primera en toda la pretemporada a sus rivales y tampoco le fue mal: se quedó a 0,45s del primero, también Luthi. Y eso que avisó de que le había costado recuperar el ritmo perdido todos estos meses: “Aún me falta recuperar la confianza que tenía antes encima de la moto”, apuntó.

La pesadumbre que se había adueñado del equipo los últimos meses, en los que el piloto se había armado de paciencia para superar los problemas de visión en más tiempo del que tenía previsto –con operación incluida para acelerar la recuperación-, se tornó en esperanza cuando Márquez se entrenó en el circuito de Albacete en una sesión privada y a puerta cerrada, con el secretismo propio del que no sabe con qué se va a encontrar. No trascendió qué había marcado el crono, solo que dio pocos giros y tandas cortas, para probarse y recuperar sensaciones. Su equipo, sin embargo, supo entonces que Márquez había vuelto. 

Aspiran a mejorar sus resultados del año anterior, el del debut del talentoso corredor en Moto2. Pero son conscientes de que la tarea es titánica: mejorar solo puede significar ganar el Mundial.

Por otro lado, el jovencísimo Maverick Viñales, de 17 años, piloto revelación de la temporada pasada, fue el protagonista en la segunda sesión de los tests de Moto3. El de Roses (Girona), que el lunes terminó el segundo por detrás del italiano Fenati, marcó el mejor tiempo, dos décimas más rápido que Sandro Cortese. El catalán, tercer clasificado el año pasado, el de su debut en 125cc con cuatro victorias y cuatro poles, un arranque espectacular, es el gran favorito al título este 2012.

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