El italiano mostró su desánimo después de acabar decimotercero en la calificación
Las palabras de Rossi ayer, tras acabar 13º la calificación, a 3.4 de la pole, a dos segundos de su compañero Hayden, sonaron a dimisión en su proyecto con Ducati: "Por mi forma de pilotar, no puedo llevar esta moto. Llevamos mucho tiempo y no somos capaces de resolver el problema, eso es lo que pasa.
Es una situación difícil, pero el equipo está trabajando. Ducati lleva 30 años con el mismo sistema y hay que buscar un punto de encuentro entre su sistema de hacer las cosas y el mío".
Dicho está que su esplendoroso pasado le concede un crédito ilimitado para el futuro, pero tanto como que creer en él ya es sólo cuestión de fe. Aún hay muchos que la tienen. De hecho, sus gorras siguen siendo casi las más vistas en las gradas y absolutamente nadie puede descartar una remontada suya en caso de lluvia.
Él también se aferra a eso: "Para la carrera, en mojado podemos ser un poco más competitivos, pero veremos. Lo que espero es que sean condiciones más normales, o todo mojado o todo seco, no a medias".
A diferencia del año pasado, su mayor problema es que Hayden empieza a ir rápido con la GP12 con la que él no se apaña. El Doctor se quedó a 2.4 del estadounidense y no ocultaba luego la evidencia: "Nicky lleva una configuración de moto diferente a la mía. Cuando la he probado, pisa mucho delante y arruino el neumático.
Con su puesta a punto no puedo pilotar. Así que vamos a intentar hacer su moto pero adaptándola a mí. No dará tiempo aquí. Para la próxima carrera o para los test de Estoril, tras la carrera, aunque la verdad es que no creo que vaya a ir mejor".
Así, no es raro que se le pregunte a Lorenzo sobre una posible vuelta del 46 a Yamaha en 2013, algo que él no vetaría: "Yo prefiero que mi marca tenga siempre los mejores pilotos posibles"
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