- Apoteosis de aficionados y jugadores rojiblancos en la plaza de Neptuno
- Los integrantes del Atlético de Madrid ofrecen el título a la Virgen de la Almudena
- También se celebran actos institucionales en el Ayuntamiento y la Comunidad
La llegada del Atlético de Madrid a la plaza de Neptuno y la bufanda que Antonio López le puso al cuello
al dios atlético fueron dos de los momentos culminantes en la
celebración del club rojiblanco por la consecución del título de la Liga
Europa. Unos festejos que comenzaron con el ofrecimiento a la Virgen de
la Almudena, patrona de la capital, y que se prolongaron durante más de
cuatro horas.
Una fiesta prolongada
Aunque la "juerga" empezó nada más acabar el partido de Bucarest y siguió incluso después del apoteósico paseo de toda la plantilla por la pasarela construida en Neptuno.
Miles de aficionados pudieron vitorear a sus ídolos en un auténtico
baño de masas, siempre con la presencia estelar del héroe de la final,
Radamel Falcao.
La temperatura subió varios grados, en la ya de
por sí calurosa tarde madrileña, cuando jugadores y afición se fundieron
en un simbólico abrazo y el capitán, Antonio López brindó el trofeo al
público, junto con toda la plantilla.
Fue el momento que todos
esperaron con más emoción en este día de festejo, que muchos desearían
no tuviera fin. El capitán se erigió en maestro de ceremonias, dedicó
unas palabras a cada miembro de la plantilla, y todos vivieron con
enorme alegría la celebración. Todo acabó en éxtasis cuando Antonio López anudó la bufanda al cuello de Neptuno y le ató una bandera en el tridente.
El conjunto rojiblanco había aterrizado en Madrid pasado el
mediodía y tras realizar una comida de celebración, plantilla, cuerpo
técnico y directiva, con la ausencia del consejero delegado Miguel Ángel
Gil Marín, comenzaron su ruta por las calles de la ciudad desde el
Vicente Calderón a bordo de un autobús descubierto.
De La Almudena al Ayuntamiento y la Comunidad
Así, los protagonistas se dirigieron a la Catedral de la Almudena, para proceder al tradicional ofrecimiento a la Patrona de Madrid del trofeo.
"Venimos
a la iglesia de Madrid a dar gracias a Dios por este gran título y
ofrendar la copa a la patrona, también patrona del Atlético. Le pedimos
que siga intercediendo por nuestra gran familia rojiblanca, por lo que
estaremos muy agradecidos", señaló Cerezo en su breve discurso.
Por
su parte, el obispo auxiliar César Franco, anfitrión en la Basílica
ante la ausencia de Monseñor Antonio María Rouco Varela, con una
audiencia en Roma, felicitó al conjunto madrileño por un título que
"hace que todos los madrileños se sientan especialmente orgullosos".
Tras ese primer acto, la plantilla se dirigió al Ayuntamiento de Madrid,
donde fueron recibidos por la alcaldesa, Ana Botella, y ofrecieron el
título en el balcón del Palacio de Correos. La rectora municipal les
dijo "¿Porqué somos atléticos? Por entrega, por fe, por fútbol".
El técnico del equipo dirigió unas primeras palabras a los
asistentes, en las que expreso a toda la plantilla su reconocimiento por
el esfuerzo y el compromiso demostrado en la temporada.
De ahí, y cumpliendo con puntualidad el horario previsto, fueron a la sede de la Comunidad de Madrid
donde los recibió la presidenta del gobierno regional, Esperanza
Aguirre, quien agradeció al Atlético que "pasee con orgullo" el nombre
de Madrid por el Viejo Continente.
Junto con la presidenta, y antes de los discursos en los que
se repitieron palabras de agradecimiento y enhorabuena, la plantilla vio
un breve resumen con los goles del partido. El presidente del club
también prometió luchar el domingo próximo para alcanzar la
clasificación para la Champions y se conjuraron para obtener la Supercopa de Europa.
Después,
salieron todos al balcón para festejar el triunfo con los aficionados
rojiblancos que abarrotaron la Puerta del Sol y donde cantaron el himno
del Atlético todos juntos. Y es que en estos actos institucionales toda
la expedición estuvo acompañada por multitud de aficionados rojiblancos.
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