- Iraizoz, Juanfran, Soldado, Capel, David López y Diego, protagonistas en las semifinales de la UEFA de 2007, repiten cima con diferentes equipos
- Cinco -Barcelona, Real Madrid, Athletic, Atlético y Valencia- de los ocho semifinalistas europeos son españoles -Bayern, Chelsea y Sporting aguantan-
No recuerda España nada igual en sus aventuras europeas. Cinco de los
ocho semifinalistas continentales son piezas de la cotizada Liga.
Barcelona y Real Madrid, en Liga de Campeones. Athletic, Atlético y
Valencia, en Liga Europa. Sólo Bayern, Chelsea y Sporting de Portugal
aguantan el asedio.
Porque recordar algo así en Europa exige echar mano de videoteca y recuperar aquellas semifinales alemanas de la Copa de la UEFA de 1980 -Stuttgart, Borussia M'gladbach, Bayern Múnich y Eintracht Frankfurt, que sería campeón- conjugadas con la presencia del Hamburgo de Magath y Keegan en el preludio de la final de la Copa de Europa.
Pero la situación no es nueva para los nuestros en la segunda competición europea. Con diferente formato pero con idénticos ingredientes, tres equipos españoles se plantaron en las semifinales de la entonces Copa de la UEFA de 2007. Osasuna, Espanyol y Sevilla, que terminaría levantando el trofeo tras una dramática tanda de penaltis en Glasgow ante el conjunto catalán.
Sólo el Werder Bremen alemán hizo un leve amago de evitar la final española. Fue inútil. Y de aquellos semifinalistas, hoy sobreviven algunos jugadores que vuelven a repetir la experiencia defendiendo colores y escudos diferentes. Cromos conocidos con distinto atuendo.
En aquel Espanyol entrenado por Ernesto Valverde guardaba la portería el corpulento meta navarro Gorka Iraizoz. Sus paradas -memorable su actuación ante el Benfica- llevaron a los periquitos hasta la final pero no pudieron evitar la derrota en la tanda de penaltis, donde Kanouté, Dragutinovic y el fallecido Antonio Puerta lograron burlarle y sólo el fallo de Dani Alves dio algo de emoción.
Hoy Gorka es la piedra angular desde la que parte el vertiginoso juego del Athletic de Marcelo Bielsa. El de los veloces leones que dejaron una huella para la historia en Old Trafford.
Sin embargo, fue aquel Osasuna del 'Cuco' Ziganda el que ha dejado más posos con el paso del tiempo. Un joven Roberto Soldado (22 años), que comenzaba a asomar la cabeza, formaba junto a Milosevic la pareja de ataque navarra.
Fue el autor del único tanto pamplonés ante el Sevilla y su sanción para la vuelta en el Sánchez Pizjuán resultó decisiva para la eliminatoria. Cinco cursos después, es el Valencia de Unai Emery el que se encomienda tarde tras tarde a su olfato de gol. Una de las claves para el duelo fratricida ante el Atlético camino de la final.
De la misma quinta y cantera, la del Real Madrid, era Juanfran Torres. Un extremo veloz que deleitaba por la banda derecha del Reyno de Navarra. Hoy, reconvertido en lateral derecho, es una de las sensaciones del Atlético de Madrid del 'Cholo' Simeone.
Uno de los descubrimientos de la Liga que incluso mira de reojo a la próxima Eurocopa. Menos peso futbolístico que entonces tiene ahora David López. El centrocampista riojano era intocable para Ziganda pero no lo es tanto para el 'Loco' Bielsa. Seguro que recuerda con nostalgia su capítulo anterior en la penúltima ronda continental.
Del Sevilla campeón de Juande Ramos, emerge la figura de Diego Capel. Melena rubia al viento de 19 años que comenzaba a despuntar en uno de los mejores equipos del momento. Un proyecto de extremo zurdo, veloz y tozudo, bajo la sombra de los Navas, Puerta, Adriano y compañía. El pasado verano hizo las maletas rumbo a Lisboa y ya es una de las estrellas del Sporting, la gran sorpresa de la competición, que dejó por el camino al Manchester City.
En la última instantánea, el brasileño Diego Ribas. El colorido de un Werder Bremen que fue atropellado en el Olímpico de Montjuïc por el Espanyol y quedó a las puertas de la final. Ayer, Diego, vestido de rojiblanco, volvió a deslumbrar en Alemania, esta vez al público del Hannover. Cinco años de idas y venidas.
De salidas de tono y escasos destellos. Entre Bremen y Madrid, pasando por Turín y Wolfsburgo. Cinco años que vuelven a situar a Diego en una semifinal de la UEFA, hoy conocida como Europa League. A Iraizoz, Juanfran, Soldado, David López y Capel la historia también les suena.
Porque recordar algo así en Europa exige echar mano de videoteca y recuperar aquellas semifinales alemanas de la Copa de la UEFA de 1980 -Stuttgart, Borussia M'gladbach, Bayern Múnich y Eintracht Frankfurt, que sería campeón- conjugadas con la presencia del Hamburgo de Magath y Keegan en el preludio de la final de la Copa de Europa.
Pero
hoy es España la que da el golpe y la que destila un tufillo a campeón.
Y, por qué no, a bicampeón.
Pero la situación no es nueva para los nuestros en la segunda competición europea. Con diferente formato pero con idénticos ingredientes, tres equipos españoles se plantaron en las semifinales de la entonces Copa de la UEFA de 2007. Osasuna, Espanyol y Sevilla, que terminaría levantando el trofeo tras una dramática tanda de penaltis en Glasgow ante el conjunto catalán.
Sólo el Werder Bremen alemán hizo un leve amago de evitar la final española. Fue inútil. Y de aquellos semifinalistas, hoy sobreviven algunos jugadores que vuelven a repetir la experiencia defendiendo colores y escudos diferentes. Cromos conocidos con distinto atuendo.
En aquel Espanyol entrenado por Ernesto Valverde guardaba la portería el corpulento meta navarro Gorka Iraizoz. Sus paradas -memorable su actuación ante el Benfica- llevaron a los periquitos hasta la final pero no pudieron evitar la derrota en la tanda de penaltis, donde Kanouté, Dragutinovic y el fallecido Antonio Puerta lograron burlarle y sólo el fallo de Dani Alves dio algo de emoción.
Hoy Gorka es la piedra angular desde la que parte el vertiginoso juego del Athletic de Marcelo Bielsa. El de los veloces leones que dejaron una huella para la historia en Old Trafford.
Sin embargo, fue aquel Osasuna del 'Cuco' Ziganda el que ha dejado más posos con el paso del tiempo. Un joven Roberto Soldado (22 años), que comenzaba a asomar la cabeza, formaba junto a Milosevic la pareja de ataque navarra.
Fue el autor del único tanto pamplonés ante el Sevilla y su sanción para la vuelta en el Sánchez Pizjuán resultó decisiva para la eliminatoria. Cinco cursos después, es el Valencia de Unai Emery el que se encomienda tarde tras tarde a su olfato de gol. Una de las claves para el duelo fratricida ante el Atlético camino de la final.
De la misma quinta y cantera, la del Real Madrid, era Juanfran Torres. Un extremo veloz que deleitaba por la banda derecha del Reyno de Navarra. Hoy, reconvertido en lateral derecho, es una de las sensaciones del Atlético de Madrid del 'Cholo' Simeone.
Uno de los descubrimientos de la Liga que incluso mira de reojo a la próxima Eurocopa. Menos peso futbolístico que entonces tiene ahora David López. El centrocampista riojano era intocable para Ziganda pero no lo es tanto para el 'Loco' Bielsa. Seguro que recuerda con nostalgia su capítulo anterior en la penúltima ronda continental.
Del Sevilla campeón de Juande Ramos, emerge la figura de Diego Capel. Melena rubia al viento de 19 años que comenzaba a despuntar en uno de los mejores equipos del momento. Un proyecto de extremo zurdo, veloz y tozudo, bajo la sombra de los Navas, Puerta, Adriano y compañía. El pasado verano hizo las maletas rumbo a Lisboa y ya es una de las estrellas del Sporting, la gran sorpresa de la competición, que dejó por el camino al Manchester City.
En la última instantánea, el brasileño Diego Ribas. El colorido de un Werder Bremen que fue atropellado en el Olímpico de Montjuïc por el Espanyol y quedó a las puertas de la final. Ayer, Diego, vestido de rojiblanco, volvió a deslumbrar en Alemania, esta vez al público del Hannover. Cinco años de idas y venidas.
De salidas de tono y escasos destellos. Entre Bremen y Madrid, pasando por Turín y Wolfsburgo. Cinco años que vuelven a situar a Diego en una semifinal de la UEFA, hoy conocida como Europa League. A Iraizoz, Juanfran, Soldado, David López y Capel la historia también les suena.
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