Dos depredadores del área

Los dos atacantes, de diferentes estilos, se asemejan en su capacidad para rematar de cabeza, desmarcarse y presionar la salida de pelota rival

En la dependencia goleadora que Atlético de Madrid y Valencia tienen en Radamel Falcao (Santa Marta, Colombia, 1986) y Roberto Soldado (Valencia, 1985) se sustentan la mayor parte de las posibilidades de acceder a una de las plazas de la final de Bucarest. 

Solo hay que ver el porcentaje de goles que ambos jugadores representan sobre el total de tantos de sus equipos en la Liga, la competición más regular de todas. Falcao lleva anotados 22, justo la mitad de los 44 marcados por el Atlético de Madrid.

La aportación de Jonas y Feghouli matiza la subordinación del Valencia a los goles de Soldado, que con 16 tantos ha protagonizado el 32% de los goles del conjunto de Mestalla.

Tanto Falcao como Soldado son dos delanteros que destacan por su capacidad de remate, la mayoría al primer toque, aunque sus estilos son distintos. Falcao sobresale por su gran agilidad física, que dota a sus remates de escorzos acrobáticos. A pesar de no ser un delantero relativamente alto -1'80 metros-, la fuerza explosiva del tren inferior le dota de un salto prodigioso, como sucediera, por ejemplo, con el exdefensa valencianista Fabián Ayala. 

Ya sea por altura o en plancha, Falcao suele ganar casi todas las disputas de cabeza con sus marcadores. Su inconfundible estilo le ha valido la comparación con Iván Zamorano, el que fue atacante del Sevilla y Real Madrid. Con cinco goles, es el segundo máximo goleador de cabeza del campeonato, solo por detrás de Fernando Llorente, con 10, favorecido por el definido estilo aéreo del Athletic.

Hábil para el desmarque, con los pies Falcao no se lo piensa y remata desde cualquier posición. Su agresividad en la presión a los centrales, su destreza desde el punto de penalti, lo empareja con Soldado y le convierte en un delantero muy molesto. 

A los 15 años abandonó Colombia para recalar en las categorías inferiores del River Plate argentino. Cuatro temporadas más tarde, con 19 años, ya debutó en el primer equipo de los "millonarios", donde rindió a gran nivel cuatro temporadas. Sus condiciones no pasaron por alto para el Oporto, club que le dio la primera oportunidad en Europa por 5'5 millones de euros de traspaso.

En el club de los "Dragones" explotó y formó un gran tándem con Hulk. Fue su segunda temporada la que lo colocaría en el estrellato europeo, al ser el estilete ofensivo de la máquina casi perfecta creada por André Villas-Boas, técnico debutante en el Oporto que conquistó la liga Zon Sagres invicto y se llevó también la Liga Europa. 

En el torneo continental sus números fueron impresionantes: 18 goles en 16 partidos que superaron el récord de Jürgen Klinsmann. Falcao batió ese registro con los cuatro goles que marcó en la vuelta de las semifinales contra el Villarreal. Arsenal y Tottenham quisieron llevárselo al norte de Londres, pero fue el Atlético, huérfano de Agüero, quien tumbó la férrea resistencia negociadora de Jorge Pinto Da Costa, presidente del Oporto, que aceptó los 40 millones a los que llegó el Atlético.

Los goles de Falcao y Soldado a veces no son suficientes para que el Atlético y el Valencia, con problemas defensivos, saquen adelante sus partidos, aunque el Atlético ha mejorado en esa faceta desde la llegada del "Cholo" Simeone. El partido significará el regreso de Soldado tras dos partidos lesionado. 

El atacante, en el mejor año de su carrera, máximo goleador nacional con la Eurocopa entre ceja y ceja, ha calcado sus goles con un método infalible: Desmarque veloz al primer poste y remate a gol al primer toque. Su sociedad con Jonas, asistente de lujo, es muy fructífera. En Europa, Soldado se ha mostrado inspirado, con 7 goles en 9 partidos. Los dos delanteros no han tardado en convertirse en los líderes de dos equipos necesitados de encontrar referentes tras las ventas de sus estandartes.