- Partidazo del portero del Sporting, que amargó la noche al colombiano. Si hace una semana fue Toño, hoy fue Juan Pablo. Sólo Canella pudo perforar su propia portería. Eguren empató tras un barullo dentro del área. El equipo de Simeone se abona al empate.
El Sporting de Javier Clemente sumó un punto ante un Atlético de Madrid que fue superior, pero que se encontró con un gran Juan Pablo que evitó la derrota de su equipo, que en el debut del técnico de Barakaldo mostró una cara muy diferente, jugó con intensidad y sin perder la cara en ningún momento a los atléticos.
El partido entre Sporting y Atlético de Madrid había levantado notable expectación no sólo por la entidad del rival que visitaba El Molinón sino porque suponía el estreno de Clemente en el banquillo gijonés y especialmente por la necesidad de los locales de puntuar dada su posición en la tabla clasificatoria.
Clemente apostó por un centro del campo de contención con el uruguayo Sebastián Eguren y el portugués André Castro, pero con jugadores muy hábiles y rápidos por delante de ellos, tratando de usar esas armas para desarbolar la defensa colchonera, sin descuidar a hombres como Falcao o Adrían López, peligrosos en todos los aspectos.
Tras unos primeros minutos de tanteo, el Atlético gozó de la primera oportunidad cuando corría el minuto cuatro en un pase elevado de Coke sobre la entrada de Falcao que superó la defensa local.
No obstante, el disparo del delantero atlético fue despejado con acierto por Juan Pablo a córner y, en el lanzamiento de éste, Godin remató de cabeza alto cuando se encontraba totalmente solo.
La respuesta sportinguista fue una volea de Botía en el lanzamiento de una falta que salió muy alta, jugada a la que siguieron bastantes minutos de intentos ofensivos por ambas partes pero sin peligro.
Una jugada desgraciada propició el primer gol de los madrileños en una internada de Adrián López que se fue de la defensa por velocidad.
Su tiro cruzado fue desviado al fondo de la red por Canella, con Koke situado tras él, que probablemente hubiese podido rematar de no haberla tocado el lateral sportinguista.
El gol cayó como un jarro de agua fría sobre la afición local, aunque seguía apretando al rival y a Fernández Borbalán, con el que la tomaron tras varias acciones de los atléticos que no fueron sancionadas.
De nuevo un central, en este caso Gregory, fue quien tuvo la segunda oportunidad para el Sporting, también en el lanzamiento de una falta que el francés remató de cabeza demasiado cruzado cuando se encontraba en inmejorable posición.
Los locales creaban peligro por ambas bandas y, en una internada de Adrián Colunga, el balón llegó al centro de la defensa donde Eguren controló el balón, tras darle en la mano, y tocó con la punta del pie izquierdo superando por bajo a Courtois y estableciendo el empate en el marcador que hacía justicia a los méritos mostrados por los dos equipos en la primera parte.
Antes del descanso, Diego pudo adelantar de nuevo al Atlético de Madrid pero su disparo cruzado fue rechazado por Juan Pablo en otra gran parada.
La segunda parte ganó en intensidad porque los dos equipos fueron a por la victoria, y aunque las mejores ocasiones fueron del bando madrileño, Gabi primero y Falcao y Salvio más tarde se encontraron con un inspirado Juan Pablo que rechazaba todos los remates atléticos mientras que los sportinguistas llegaban con bastante menos peligro.
Simeone se vio obligado a sustituir a Diego por lesión mientras que Clemente cambió a un asfixiado Carmelo por Trejo, un jugador de similares características, y a André Castro por Rivera, con lo que el equipo perdió en contención en un intento de potenciar la organización ofensiva.
El partido siguió con constantes intentos ofensivos de los atléticos pero Falcao no estaba teniendo su tarde, porque aunque remataba todos los balones siempre aparecía Juan Pablo para evitar el gol especialmente en una jugada a diez minutos para el final en la que remató a bocajarro al borde del área pequeña y Juan Pablo despejó ante la desesperación del colombiano.
El Sporting estaba pasando lo peores momentos del partido, pero a la menor oportunidad buscaba el contraataque y en uno de ellos Adrián Colunga se plantó solo ante Courtois que repelió el disparo cruzado del asturiano.
El Atlético no se conformaba con el empate y, hasta el último minuto, acosó la portería de Juan Pablo, pero el marcador no se movió y el Sporting de Clemente sumó un punto que puede ser poco dada su situación, pero logrado ante uno de los equipos más en forma del momento.
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