lunes, 20 de febrero de 2012

Rubalcaba replica a Rajoy que la reforma laboral es "injusta, innecesaria e ineficaz"

Cospedal: "El cuerpo de la reforma laboral tiene que mantenerse en el espíritu y en el tronco"

Toxo pide una reacción del Gobierno que impida una "escalada de tensión"

El PNV: la reforma laboral nos lleva a esquemas laborales "de la India o China"


Manifestantes contra la refoma laboral del Gobierno, a su paso ayer por Cibeles (Madrid).


El eco de las críticas a la reforma laboral que ayer sacó a la calle a cientos de miles de personas sigue escuchándose hoy. La oposición y los sindicatos han comenzado la semana arremetiendo con dureza contra el proyecto de ley del Gobierno que incluye, entre otras medidas, un abaratamiento del despido.

 El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha contestado esta mañana a Mariano Rajoy que la reforma es "injusta, innecesaria e ineficaz", todo lo contrario a lo que el presidente del Ejecutivo defendió ayer en el discurso que ofreció en el congreso que los populares celebraron en Sevilla. En el mismo sentido, el secretario general del sindicato CC OO, Ignacio Fernández Toxo, ha pedido al Gobierno una "reacción" ante la protesta "que evite una escalada de tensión".

"El Gobierno ha puesto en solfa 30 años de relaciones laborales", ha defendido esta mañana Rubalcaba en una entrevista en RNE. La reforma, ha sentenciado, es "cargarse todo" lo que se construyó con los Pactos de la Moncloa en la Transición, y desde ahí durante toda la democracia, en la que las relaciones laborales se han asentado en la negociación. 

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha opinado de forma parecida: para el candidato del PSOE a las elecciones del 25-M la reforma laboral "rompe un consenso histórico y un modelo de convivencia". Los socialistas creen que el Ejecutivo utiliza la mala situación económica como excusa: "El Gobierno está usando la crisis como pretexto para hacer un ajuste ideológico", ha zanjado Rubalcaba.

El secretario general del PSOE ha avanzado que su partido defenderá un texto alternativo al del Gobierno en el que incluirá los acuerdos alcanzados entre empresarios y sindicatos en materia de moderación salarial, negociación colectiva y flexibilidad, además de sus propias propuestas electorales como la reducción de costes sociales para facilitar la contratación, siempre "sin despido libre".

Muy duro con el proyecto de ley se ha mostrado también el PNV. El diputado en el Congreso Emilio Olabarria ha opinado que el PP tendrá que buscar "puntos de equilibrio" en la reforma laboral cuando se tramite en las Cortes para evitar converger a "esquemas" laborales de países como la India o China. En una entrevista en una emisora del País Vasco, el parlamentario ha defendido que la reforma "pretende romper la espina dorsal de la representación sindical a favor de los empresarios, con fórmulas que no son propias del Estado de Bienestar ni de un país moderno y civilizado".

De "ley del embudo para los trabajadores" y "arma de destrucción masiva de empleo y derechos" la ha calificado el diputado de Izquierda Unida Gaspar LLamazares en Twitter. Llamazares, como Rubalcaba, ha dado la vuelta a los adjetivos que utilizó Mariano Rajoy para describirla: en su opinión, la reforma es "injusta porque debilita a los trabajadores, mala porque lejos de crear destruye empleo, e innecesaria y contraproducente porque aumenta la recesión". Tampoco la comparte UPyD. Su líder, Rosa Díez, ha dicho esta mañana: "Nos parece una mala reforma, es manifiestamente mejorable".

A pesar de las críticas, el PP ha rebajado las expectativas de que la tramitación parlamentaria pueda modificar considerablemente la reforma. La secretaria general, Maria Dolores de Cospedal, en la ronda de entrevistas que está realizando hoy por una decena de medios de comunicación,  ha defendido que la intención del Ejecutivo con el diálogo que anunció es otra: "El cuerpo de la reforma laboral tiene que mantenerse en su espíritu y en el tronco", ha asegurado. El nuevo vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, ha abundado en esa idea: "El diálogo no puede ser una excusa para no hacer nada", ha advertido. 

Los populares justifican las medidas en el "mandato reformista" que el Partido Popular recibió de los españoles en la cita con las urnas del pasado 20 de noviembre para acometer "una auténtica renovación en el mercado laboral". Por eso, Cospedal ha recalcado que el grueso de la reforma debe mantenerse como está, especialmente en lo que se refiere a los "incentivos a la contratación".

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