Adelson, satisfecho con la reforma laboral, negocia aún ventajas fiscales
EuroVegas ha dejado de ser un disparate irrealizable para convertirse en un proyecto empresarial complicado pero viable, merced a la flexibilidad de su promotor, el millonario estadounidense Sheldon Adelson, que ha guardado en un cajón la lista de exigencias pantagruélica con la que aterrizó en España hace unos meses y se ha conformado con dos o tres peticiones de calado pero no imposibles.
Lo que sigue es una radiografía de las negociaciones para levantar en Madrid o en Barcelona —eso sigue aún por decidir— un complejo de ocio y juego trufado de rascacielos y luces de neón.
» Más dinero, menos empleo. Como por ahora solo existe en papel, las cifras del proyecto son fácilmente moldeables. El estudio de impacto económico encargado en octubre de 2011 a Boston Consulting por el magnate estadounidense cifraba la inversión entre 15.000 y 18.800 millones de euros de 2011 a 2022.
Hasta ahora, Adelson se ha gastado ya casi ocho millones en estudios, abogados, asesores, etcétera. Sin embargo, el consejero de Economía de la Generalitat catalana, Andreu Mas-Colell, dijo el martes que serán solo 6.000 millones en la primera fase. “Si salen los números, después ya se verá”, añadió. Ayer, Adelson señaló durante la inauguración de un nuevo casino en Macao (China) que pretende invertir 26.690 millones en EuroVegas.
El informe de Boston Consulting preveía la construcción de 12 resorts (36.000 habitaciones), seis casinos (1.065 mesas y 18.000 recreativas), nueve teatros, hasta tres campos de golf, un escenario con 15.000 butacas...
La empresa del magnate, Las Vegas Sands, puntualizó en marzo que se haría en tres etapas: cuatro resorts y dos casinos cada dos años. Adelson dijo ayer que cada resort costará entre 1.910 y 2.900 millones de euros. Su idea es que esté listo en un plazo de cinco a diez años, tal y como preveía el informe de la consultora, que marcaba 2016 como fecha de inauguración y 2022 como final de las obras.
Boston Consulting calculó que EuroVegas generaría 164.000 empleos directos y 97.000 indirectos. El consejero de Economía catalán rebajó esa cifra a entre 15.000 y 20.000 puestos directos. Las Vegas Sands tenía 34.000 empleados en sus complejos de EE UU, Macao y Singapur en 2010.
» Satisfecho con la reforma laboral. En la decena de reuniones que mantuvo en otoño con los representantes del Ministerio de Industria (PSOE), la Comunidad de Madrid (PP) y el Ayuntamiento de la capital, Adelson presentó una lista de requisitos que incluía profundos cambios legales y fiscales.
Las elecciones generales de noviembre, que ganó el PP, cambiaron las reglas de juego. “En nuestra primera reunión le dije que las leyes eran para todo el mundo y que no se iban a hacer excepciones. Él lo entendió”, afirma el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz. Corregía así el entusiasmo de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, dispuesta a “cambiar todas las normas” y a crear una “isla” fiscal y legal en la capital.
En otoño, Adelson quería que se cambiara el Estatuto de los Trabajadores para relajar la “rigidez de los convenios colectivos”, y la Ley de Extranjería para tener “un trato preferente”. Además, pedía dos años de exención en las cuotas de la Seguridad Social. “Creía que el sistema español era muy rígido y caro pero, tras explicarle la reforma laboral del Gobierno, el tema quedó zanjado”, asegura García-Legaz. “Incluso dijo que el nuevo sistema era mejor que el que tiene en Estados Unidos”.
» Los impuestos, como Apple. “La reforma laboral ha sido decisiva. Con eso les vale. En temas fiscales no piden nada especial, solo que se les trate como al resto de empresas extranjeras en España”, explica García-Legaz. En otoño, las exigencias de Adelson eran mucho más ambiciosas: no quería pagar impuestos estatales, regionales o municipales.
¿Cómo se trata a las empresas extranjeras en España? Apple (EE UU) factura desde Irlanda el 99% de las ventas de su filial española. Google (EE UU) hace lo propio con los cientos de millones de ingresos de clientes españoles, hasta el punto de que su filial declaró pérdidas en 2010. Amazon (EE UU) factura desde Luxemburgo sus ventas en España.
Más complicado le resultaría a Adelson esquivar los impuestos municipales (bienes inmuebles, obras, plusvalía). Mantiene así su exigencia de bonificaciones casi completas.
» Manga ancha con el tabaco.Uno de los principales escollos pendientes es la prohibición de fumar en espacios cerrados. Adelson quiere que sus establecimientos cuenten con zonas de fumadores, algo que el PSOE permitió en la primera reforma legal pero vetó en la segunda, contra el criterio del PP.
El mecanismo para soslayar esta traba pasaría por ceder a las autonomías la competencia. En Madrid, Aguirre ejerció una acérrima oposición al cambio normativo impulsado por los socialistas, que en algunos momentos rozó la insumisión.
» Madrid o Barcelona. Las Vegas Sands afirmó en marzo que antes del verano habrían decidido si levantar o no el complejo, y dónde hacerlo. Entonces, las candidaturas de Madrid y Barcelona estaban empatadas. La semana pasada, la capital catalana pareció perder fuelle porque la proximidad del aeropuerto de El Prat podría limitar la altura máxima de los edificios del complejo.
Sin embargo, García-Legaz asegura que el magnate estadounidense sigue barajando ambas opciones, porque “cambiando un poco el proyecto” se soslayaría el problema en Barcelona, una posibilidad “que les sigue gustando mucho”. El Gobierno ha reiterado en cualquier caso que “no se ha posicionado” a favor de una u otra autonomía en esta pugna.
¿Un pelotazo inmobiliario en ciernes?
EuroVegas podría construirse sobre una superficie de 1.000 hectáreas en Madrid o en Alcorcón, o sobre 800 hectáreas alrededor de El Prat (Barcelona). La capital, la mejor situada en esta pugna por el momento, cuenta con Valdecarros, un barrio aún por construir en el suroeste de la ciudad.
El complejo de ocio y casinos precisaría de unas 300 hectáreas, que albergarían los hoteles, centros de convenciones, áreas comerciales, teatros y campos de golf. El destino de las 700 hectáreas restantes no está claro.
La empresa estadounidense asegura que se destinarían a servicios complementarios de apoyo al complejo. Pero exige poder disponer de ese suelo como mejor le convenga. Es decir, de hacerse realidad el proyecto, su vertiente inmobiliaria podría exceder con creces la recreativa.
Valdecarros comprende unas 1.900 hectáreas, propiedad del Ayuntamiento (un millar), la Comunidad e inversores privados. Si se desarrollara según los planes municipales, este barrio podría albergar hasta 150.000 habitantes. Además, ese desarrollo generaría 384.690 puestos de trabajo, muchos más que los que promete Adelson.
La candidatura madrileña son en realidad dos: la capital y Alcorcón. El alcalde de este municipio del sur de la región, David Pérez (PP), cree ser el que tiene “más papeletas” para llevarse el gato al agua. En su contra juega la distancia al aeropuerto de Barajas, lo que podría solucionarse si la Comunidad construye una estación de metro cerca del complejo.
Pero Adelson quiere además conexión directa con el tren de alta velocidad (AVE), una opción que depende del Gobierno y que parece imposible en Alcorcón por motivos técnicos, pero sí es viable en Madrid.
En contra de la capital sigue jugando el vertedero de Valdemingómez. De hecho, las reuniones más intensas con el Ayuntamiento han versado hasta ahora sobre temas medioambientales.
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