El español, cuarto en coches a 18 minutos, cree que ha llegado su momento para atacar
Nani Roma posa ante su coche, ayer durante la jornada de descanso.
Cuando Sven Quandt, el jefe de filas del equipo X-Raid, aterrizó en Argentina, se las prometía muy felices. Y no tiene por qué dudar todavía de sus expectativas, pese al empuje de los Hummer, a los que frenan sus problemas de fiabilidad. "Este año teníamos un coche para luchar con los azules, que es como nosotros llamábamos a los coches de Volkswagen. Es una lástima que no estén, pero igualmente será una carrera competida", afirmó entonces.
Seguramente no esperaba que Robby Gordon, tercer clasificado, se colara entre sus chicos y sus Mini (el equipo lo forman cinco coches oficiales), ni que el otro Hummer, el de Al-Attiyah, volara por las dunas como lo hace. Aun así, sus previsiones le decían que serían sus pilotos quienes se pelearían por el triunfo final, y no parece haberse equivocado. El veterano Stéphane Peterhansel, el español Nani Roma y el polaco Krzysztof Holowczyc se reparten el grueso de opciones para subir a lo alto del podio en Lima.
"Ni siquiera estamos a mitad de carrera. Esta semana viene cargada de kilómetros"
Y no hay estrategia de equipo alguna para preservar semejantes opciones: "Estrategia no hay ninguna, porque como queramos gestionar los minutos de ventaja que tenemos, los Hummer nos atraparán", concedía Roma. Lo único que pedía Quandt es que nadie le declarará la guerra a su compañero de equipo, como sí había ocurrido el año pasado con dos azules, Al-Attiyah y Sainz, que chocaron sus coches en pleno desierto. "Espero que no nos volvamos locos, los coches son mis bebés: no estoy preparado para peleas en mi equipo, solo quiero que luchen por la victoria hasta el final". Y en ello están.
Nani, por ejemplo, no pierde la esperanza. Aunque cuarto clasificado en la general, a unos 18 minutos del líder, Peterhansel, se ve alcanzando el segundo puesto con relativa facilidad. Solo el francés y sus nueve Dakar le infunden el suficiente respeto como para no aventurarse a apostar por el triunfo final. Todo es posible. "Estoy lejos de Peterhansel, pero no por eso cambiaré de estrategia.
Ni siquiera estamos a mitad de carrera, porque la segunda semana viene más cargada de kilómetros de especial, de modo que todavía queda mucho", decía ayer, jornada de descanso en el vivac de Copiapó, entre montañas de arena interminables y minas de cobre. "Peterhansel es un súper piloto, es muy bueno. Pero no es imbatible. Tener rivales de su nivel es bueno para la competición, así que intentaremos batirle", añadía el de Folgueroles.
Arrancó el Dakar como desubicado, cometió un error de navegación en las primeras etapas, luego ganó la tercera y de regreso a Fiambalá aflojó la presión sobre el pedal del acelerador: "Donde más prudente fui fue en aquellas dunas: era una situación delicada tanto para mí, porque pasamos a 200 metros de donde tuve el accidente en 2010, como para Michel, mi copiloto, pues también bordeamos el barranco por el que tuvo el accidente con Sainz un año antes". Ahora, cree, es su momento de acercarse a la cabeza: "Yo mejoraré, pero Stéphane no empeorará. Sin embargo, Holowczyc le da mucha tralla al coche.
Creo que pronto podré pasarle en la general, porque es muy rápido, pero arriesga demasiado. Puedo dudar de él, pero no de Stéphane. Él cuida el coche tanto como yo, y además, es más rápido en los tramos de arena. Comete pocos errores". Roma, admite, todavía debe mejorar en las dunas. Peterhansel ha hecho más carreras grandes que él este pasado año. De momento, pues, aguarda a su sombra.
MOTOS: General: 1. C. Despres (Fra/KTM). 2. M. Coma (KTM), a 7m 48s. 5. J. Viladoms (KTM), a 1h 7m 40s. 29. J. Barreda (Husqvarna), a 3h 25m 8s. COCHES: General: 1. S. Peterhansel (Fra./Mini). 2. K. Holowczyc (Pol./Mini), a 11m 22s. 4. N. Roma (Mini), a 18m 5s.
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