LA MAYORÍA DE LOS ACUERDOS CON LOS CLUBES SON EN CANTIDADES NETAS
El contrato de Kaká aún sigue las directrices de la Ley Beckham (Efe).
"¿Esto quién lo paga?". Esta frase se ha escuchado en repetidas ocasiones durante los últimos días en las oficinas de todos los clubes españoles de Primera división con excepción del Levante, un equipo que no tiene ningún jugador que cobre más de 300.000 euros anuales. Y es que la subida del IRPF decretada por Mariano Rajoy ha provocado inquietud en la máxima categoría del fútbol profesional español. Tal y como han confirmado fuentes de los principales clubes españoles, ha quedado abierto un periodo de dudas no con la administración, que parece tenerlo muy claro, pero sí en la relación jugadores-clubes.
Y es que en muchas ocasiones, los pactos hablan de cantidades netas a percibir por el jugador, compromiso que quedaría roto en el caso de aplicar al futbolista la subida del 7% que corresponde a su tramo. Los dirigentes de los clubes parecen tenerlo muy claro: "Es un pago que debe hacer frente el jugador y nunca la empresa, en este caso el club".
Los nuevos tramos de IRPF anunciados por Rajoy tras el consejo de ministros del 30 de diciembre indican que las rentas superiores a 300.000 euros tributarán un 7% más que el año anterior. Para aquellos que perciban al año más de 175.000 euros la subida será del 6%. El 90% de los futbolistas de Primera están en el primer caso y el resto, en el segundo.
La supresión de la llamada 'Ley Beckham' ya puso en duda el sistema que tenían montado los equipos de la LFP cuando los extranjeros ya no tenían privilegio alguno a la hora de tributar, dejando de lado ese 24% de tributación al que estaban atados durante su estancia en España.
Ahora en algunos casos, la tributación llegará hasta el 56% de Cataluña o el 52% de Madrid. El poder adquisitivo de los clubes, en especial de los grandes, ha perdido enteros, pero se ha adecuado a la realidad del resto de la sociedad española.
Mantener contentas a las estrellas
Las dudas se han repetido durante los últimos días. Los clubes son los que se hacen cargo de los pagos del IRPF de los jugadores, pero en la gran mayoría de las ocasiones los pactos entre equipos y futbolistas se cierran en dinero neto, algo a lo que no están dispuestos a renunciar. Ahora, y con los contratos en la mano, los dirigentes de los equipos pueden llegar al límite y 'obligar' a los jugadores a hacer frente a ese porcentaje.
El problema es saber hasta dónde están dispuestos a apretar los clubes con tal de mantener contentas a sus estrellas. Y es que, en el caso de Barcelona y Real Madrid, los equipos que más pagan a sus jugadores por ese orden, la subida del IRPF puede suponer entre 16 y 14 millones de euros, en virtud de los 235 y 190 millones de euros que destinan al salario de sus jugadores.
Llegado a este punto, ahora serán los agentes los que tienen la patata caliente de conseguir que ese 7% no revierta en el sueldo de los jugadores, algo que los dirigentes no están dispuestos a asumir. "La ley está de nuestro lado", espeta un alto ejecutivo de un club de Primera.
Y es que sobre un sueldo de diez millones limpios, en este caso el de Kaká pero que todavía está sujeto a la Ley Beckham, el club en cuestión deberá pagar 15,2 millones de euros impuestos incluidos, casi tres millones de antes del fin de la citada ley y la aparición en escena de la nueva cotización del IRPF. La única buena noticia es que todos los jugadores que todavía están disfrutando del régimen especial de impatriados el alza del IRNR es de tan sólo 0,75%, pasando a ser del 24,75%.
El IRPF no es el único gravamen que se ha modificado, ya que la elevación del tipo de retención por la cesión de derechos de explotación de su imagen al club sube del 19% al 21%. Y es que durante muchos años el pago de una parte de la ficha se hacía a través de esta figura. Por cierto, las retenciones de las cantidades pendientes de cobro se mantendrán tal y como estaban hasta el paso 30 de diciembre. Es decir, no sufrirán aumento alguno.
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