jueves, 17 de mayo de 2012

Vídeo trailer._ 'La sombra de la traición': Rifa de personalidades




Cuando en un videojuego te dan la posibilidad de ser bueno o malo, una parte de nuestra mente quiere ser mala. Ya que en la vida real no podemos serlo, por lo menos los juegos nos dan la posibilidad de hacer mal sin hacer mal. Algo así debió pensar Richard Gere cuando le ofrecieron este papel. 


La sombra de la traición - Trailer en español HD - YouTube


La opción de disfrutar siendo medio-malo-vengativo. Y es que, después de todo lo que ha hecho este actor, ¿te pones a pensar si la película que vas a hacer es buena o mala? Puede ser que fuera un acuerdo del que no podía zafarse. Bueno, “pues ya que lo tengo que hacer”, pensaría un maduro Richard Gere, "por lo menos me divierto".

Todo comienza con el asesinato de un senador de los EE.UU. Las pistas parecen señalar a un despiadado asesino soviético apodado “Cassius”. El jubilado agente de la CIA, Paul Shepherdson (Richard Gere), que tantos años persiguió al asesino, tendrá que formar equipo con un joven agente del FBI, Ben Geary (Topher Grace), para resolver el caso. 


No perjuréis contra mí por adelantaros la personalidad de Gere. A los diez minutos ya sabes más que todos los personajes de la trama y no porque te lo digan, eso llegará un poco más tarde, si no porque el guión es tan obvio que adivinas lo que va a pasar antes de que suceda. 

Más que una película, parece que estás jugando a superar pruebas. La pena es que la recompensa sea salir del cine con la sensación de haber visto un desastre de película. Michael Brandt, que ya había escrito varios guiones de películas como “Wanted” o “El tren de las 3:10”, se arriesga por primera vez a ponerse detrás de las cámaras con este thriller. 

Después de estrenarse en octubre en Estados Unidos y no con muy buena nota, llega a los cines españoles la última película de Richard Gere (“Oficial y caballero”) y, personalmente, creo que por el hecho de que participe este actor no se estrena directamente en la televisión como telefilme, porque tiene todas las papeletas para amenizar las sobremesas familiares.

 Empezando por un flojo guión con dobles y hasta triples personalidades si me apuras, siguiendo por fallos de maquillaje. No puedes hacer un flashback veinte años atrás del momento en que ocurre la película y que el personaje principal tenga las mismas arrugas que en la actualidad. 

 Quizás lo más interesante del filme es el momento que descubres quién es quién y sabes más que los demás. No es una tontería hacer esto. Como los perros que siguen el olor de la comida, el ser humano se mantiene atento cuando sabe más que los demás personajes. Esperas un fallo o, simplemente, adelantarte a lo que pasará. 

Este giro en el guión mantiene viva la atención, aunque al final todo se desmorone como un castillo de arena. Tanto Richard Gere, que está por estar, como Topher Grace (“Spiderman 3”, “In Good Company”), que no vamos a decir que el chico no lo intente, mantienen 98 minutos de metraje como pueden, y demos gracias de que no dura más. 

No se puede esperar más de quien no quiere dar más. En “La sombra de la traición” parece que existiese una fina capa que impidiese pedir más de ella o que ella diese más. Es lo que es y con eso hay que conformarse. Es probable que no guste, pero por un rato estarás entretenido. 

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