Por cuarta vez en los últimos cinco grandes, el escocés vuelve a citarse en unas hipotéticas semifinales con el Nadal, que le ganó siempre
Rafael Nadal, durante el sorteo del cuadro.
La primavera de París inunda de sol las avenidas del Bois de Boulogne con la misma intensidad que el británico Andy Murray debe maldecir su suerte. Justo al mediodía, Rafael Nadal y la china Na Li, los dos campeones defensores, se dirigen al museo de Roland Garros, que comienza el domingo, para realizar el sorteo de los cuadros.
Apurando la lógica de las probabilidades, lo que ya ha provocado el interés de los matemáticos, el escocés queda encuadrado por cuarta vez en los últimos cinco torneos en el camino del mallorquín hacia el título.
Mientras el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic jugarían unas hipotéticas semifinales si se impone la lógica del ránking, el británico debería enfrentarse en la penúltima ronda al español y a una muy negativa estadística: Nadal le ha eliminado en las semifinales de tres de los últimos cuatro grandes, le ha cortado el camino un total de seis veces en los torneos más prestigiosos, y solo se ha inclinado ante él en dos ocasiones, siempre en pista dura y en extrañas circunstancias.
Así, en el Abierto de Estados Unidos 2008, Nadal cayó tras ver cómo un huracán interrumpía el duelo y obligaba al día siguiente a cambiarlo de pista, entre una increíble estampida de espectadores. Del mismo modo, en 2010, cuando el español perdió en el Abierto de Australia, lo hizo retirándose lesionado.
Salvo esos dos borrones, el número dos mundial ha dominado al cuatro con guante de seda y puño de hierro. En París busca su séptimo título de Roland Garros en ocho participaciones, lo que le daría el récord de triunfos en la Era Abierta (desde 1968), que ahora comparte con el sueco Borg (6)
Antes de esos enfrentamientos, sin embargo, los favoritos tendrán que andar un camino lleno de trampas. Djokovic comenzará con el italiano Starace, el número 97, y podría tener al francés Tsonga, empujado por la grada, ya en la antepenúltima ronda.
Nadal arrancará contra el italiano Bolelli, el número 111, tiene al canadiense Raonic o al argentino Mónaco en el horizonte, y por ránking su contrario en cuartos sería el serbio Tipsarevic, una bicoca en comparación con los otros cuatro mejores. Federer debutará con el alemán Kamke, el número 77, y luego podría tener que afrontar la temible montaña del argentino Nalbandian, el estadounidense Roddick y el checo Berdych.
Y Murray se estrenará contra el japonés Ito, el número 69. Para llegar hasta Nadal podría tener que derribar antes a David Ferrer, el número seis, un hueso muy duro.
Todo eso pasa en París, donde los tenistas apuran los entrenamientos para acostumbrarse a la pelota de Babolat, toda una excepción en la gira de arcilla. Calienta el sol. Hierve la tierra. Los mejores ya afilan sus guadañas.
Arruabarrena gana el duelo de promesas
La china Na Li, campeona de 2011, come, bebe, respira y hasta hace la compra. “Y sí, claro que lo hago”, dice con su eterno gesto de sorpresa y su inglés descacharrante; “pero como soy la primera china que gana un grande, muchos compatriotas míos creen que no soy normal, que no soy como el resto. Un día, comiendo en un restaurante, una mujer se levantó, y gritó: “¡Está comiendo! ¡Na Li come!”
La campeona habla de su condición divina, semidiosa en la China de los millones de yuanes invertidos en patrocinios deportivos, tras saber que jugará contra la peligrosa rumana Cirstea en primera ronda. Mucho más terrenal, mucho más del día a día es lo que les ocurre a Lara Arruabarrena y a Garbiñe Muguruza.
Antes de que la china presenciara el sorteo, las dos vascas se enfrentan en la última ronda de la previa con un premio gordo a la espera. Quien gane competirá su primer grande.
Juega Arruabarrena, la única española que ha ganado un título en 2012 (Bogotá), con Muguruza, la gran esperanza, capaz de derrotar ya a una de las diez mejores del mundo, la rusa Zvonareva (Miami). Ninguna está entre las 100 mejores. Se impone 6-0 y 7-6 la tolosarra, que es la número 134. A los 20 años, Arruabarrena estará en París con las mejores.
Pasó a las diez de la mañana.
Un cruce entre españolas como aviso del duelo fratricida que viene: Anabel Medina jugará contra Silvia Soler en la primera ronda del cuadro grande. Además, Lourdes Domínguez debutará contra la neozelandesa Erakovic; Carla Suárez contra la tailandesa Tanasugarn; Laura Pous contra la sudafricana Scheepers; y María José Martínez contra una tenista procedente de la previa.
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