EL «WIKILEAKS» DEL VATICANO
La gendarmería descubrió una montaña de documentos en el apartamento de Paolo Gabriele, que fue detenido
Abajo a la izquierda, Paolo Gabriele, mayordomo del Papa y supuesto filtrador de documentos confidenciales
Una sorpresa mayúscula sacudió el viernes por la tarde a todo el Vaticano al descubrirse que el «filtrador» de los documentos confidenciales del Papa era nada menos que su mayordomo, Paolo Gabriele, un romano de poco más de 40 años, casado y con tres hijos, que desarrolla ese trabajo de la máxima confianza desde el 2006.
Paolo
Gabriele, «Paoletto» es apreciado también por los corresponsales que
cubren los viajes del Papa, pues es una persona cordial y amigable que
actúa siempre como una «segunda sombra» de Benedicto XVI
-sosteniendo el paraguas, acercándole las gafas, etc.- junto con su
secretario personal, Georg Gaenswein. Cada mañana, Paolo asiste a la
misa del Papa y cada día le sirve como camarero en el comedor.
Los
rumores sobre su culpabilidad eran imposibles de creer hasta que la
agencia AGI informó de su arresto y de que la Gendarmería Vaticana había
encontrado «una montaña de documentos reservados» en su apartamento de Vía de Porta Angélica, donde vive con su mujer y sus tres hijos, a pocos pasos del Vaticano.
Por el momento no se sabe si es el único «topo» en el Vaticano, pero los primeros indicios apuntan a que puede ser el principal.
Gabriele fue arrestado el jueves e interrogado el viernes. La pista que llevó al arresto fue proporcionada por la comisión cardenalicia que preside el español Julián Herranz.
El
portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se limitó a manifestar que
«la actividad de investigación de la Gendarmería, siguiendo las
instrucciones de la Comisión de cardenales y bajo la dirección del
Promotor de Justicia ha permitido identificar a una persona en posesión ilícita de documentos reservados».
El único dato añadido por el portavoz del Vaticano es que “esta persona se encuentra ahora a disposición de la magistratura vaticana para ulteriores esclarecimientos”.
Los medios italianos habían desbordado especulaciones sobre la posible identidad del «filtrador».
Desde que el jueves por la tarde se produjera el cese fulminante y desairado del presidente del banco del Vaticano (IOR), Ettore Gotti Tedeschi, dos diarios nacionales recogen supuestas indiscreciones de funcionarios anónimos de
la secretaria de Estado que le acusan también de filtrar documentos.
Resultaba poco creíble, y Gotti Tedeschi anunció que querellaría a quien
la acuse de haber cometido lo que el Vaticano calificó la semana pasada
de «acto criminal».
Los principales responsables de la actividad investigadora son el cardenal Julián Herranz,
presidente de la Comisión cardenalicia investigadora; el magistrado
Nicola Picardi, Promotor de Justicia (fiscal) del Vaticano; y el general
Domenico Giani, comandante de la Gendarmería Vaticana.
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