Hollande, investido presidente francés, quiere abrir una "nueva vía" en Europa

• El presidente saliente ha abandonado el Elíseo junto a Carla Bruni
• Los hijos de Hollande no han estado presentes en la toma de posesión

 

El socialista François Hollande fue investido hoy presidente de Francia en una ceremonia celebrada en París en el Palacio del Elíseo, sede de la jefatura del Estado.

Hollande ha lanzado un mensaje de confianza a los franceses y ha recalcado su intención de abrir una nueva vía en Europa, en su primer discurso tras haber sido investido oficialmente como jefe del Estado. Contribuir a la paz en el mundo y movilizar todas las fuerzas del país fueron otros propósitos que se marcó para estos cinco años de mandato, en los que apuntó que ejercerá el poder con dignidad y ejemplaridad.

El nuevo mandatario francés, de 57 años de edad, asumió oficialmente el cargo ocho días después de haber ganado a su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, con el 51,6% de los votos en las elecciones del pasado 6 de mayo.

Tras el acto se digirá ante la llama en recuerdo del soldado desconocido en el Arco de Triunfo y luego rendirá tributo a otros dos personajes: al padre del modelo de la escuela pública y laica francesa, Jules Ferry, y a la científica Marie Curie.

De ahí irá al ayuntamiento de París para se agasajado por el alcalde socialista, Bertrand Delanoe, antes de volar a Berlín. También tiene previsto anunciar el nombre de su primer ministro para formar un Gobierno el miércoles que celebrará su primer consejo el jueves. El nombre que más suena es el del hasta ahora jefe de los diputados socialistas Jean-Marc Ayrault.

El plato fuerte de su agenda en el primer día como presidente de Francia será la reunión esta tarde con la canciller alemana, Angela Merkel.

Mientras, Nicolas Sarkozy abandonará el Elíseo tras cinco años, para ser, según sus palabras, "un francés entre los franceses", aunque muchos dudan de que vaya a abandonar definitivamente la política. Ha dicho que regresará al ejercicio de la abogacía. Por necesidad económica no será.

La República francesa le otorga en cuanto ex presidente un despacho, colaboradores, escoltas y un vehículo sin chófer. Además, cobrará 5.250 euros.