El catalán lidera el Giro y presenta su candidatura a la victoria en Milán
Dicho y hecho. El ciclista español Purito Rodríguez quería la maglia
rosa y hoy lo ha conseguido en las rampas Asís del Giro de Italia.
Purito Rodríguez dispone de la oportunidad de su vida para ganar una
gran vuelta. En un Giro muy abierto, que ha visto ya cinco cambios de
líder, el catalán se enfundó la maglia rosa en la cuesta empedrada de
Asís, y amplió de manera considerable la ventaja sobre sus rivales
debido a la bonificación de 20 segunditos.
Y todo gracias a un acelerón a
escasos 200 metros de la meta. Porque el explosivo capo del Katusha
resulta letal e imparable en este tipo de muros. "Aunque os penséis que
lo hago fácil, no es así", dijo en la Piazza del Comune, desembocadura
de la estrecha rampa que tuvo que subir antes. Pero lo pareció.
Alcanzado el ecuador de la ronda italiana, la 10ª etapa, el primer
favorito de peso, Roman Kreuziger, está a 52 segundos de Purito. Beñat
Intxausti circula en el mismo tiempo. El vasco ha terminado siempre con
los mejores en todas las jornadas con picante, y sólo Pozzovivo le batió
en el Lago Laceno.
Ivan Basso figura como el último candidato con menos
de un minuto de diferencia: 57 segundos. Quim tiene más alejado al
resto: Scarponi, a 1:11; Pozzovivo, a 1:12; Frank Schleck, a 1:25;
Gadret, a 2:55; y Rujano, a 3:05. Un buen botín, sobre todo después de
haber superado dos cronos.
Purito deberá gestionar su renta con cinco jornadas de montaña y la
contrarreloj final, de 30 kilómetros, aún por disputarse. Al no tratarse
de un escalador de grandes puertos, Alpe di Pampeago y Stelvio
ensombrecen la perspectiva de verle de rosa frente al Duomo de Milán.
Sin embargo, en este Giro se le nota más en forma y centrado que nunca.
Incluso contenido, salvo por el inesperado ataque camino de Frosinone:
"Si no llega a ser por mi director (Valerio Piva), aquí (Asís) arranco
mucho antes. El día anterior intenté sorprender, deseaba ponerme ya
primero de la general".
Tras Contador.
Y lo logró ayer. El triunfo le sirvió para demostrar su aplastante
superioridad en las cuestas de elevado desnivel, para entrar en el club
de vencedores de etapa en las tres grandes, y sustituir a Alberto
Contador como último español líder en Italia. Ambos lo consiguieron en
lugares preciosos, tras sendas exhibiciones: Contador, en el Etna;
Purito, en Asís. No obstante, los resultados del madrileño en el Giro de
2011 no cuentan después de su sanción.
Como apunte histórico: en la última visita a Asís, en el Giro de
1995, Tony Rominger se impuso en la crono programada y se vistió de
rosa. Era la segunda jornada, y el suizo mantuvo la prenda hasta Milán.
Un estupendo precedente para las aspiraciones de Purito.
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