Barroso y Merkel plantean un boicoteo político al torneo por el encarcelamiento de la ex primera ministra de Ucrania | La UEFA dice que la única alternativa a jugar en el país es la suspensión
Yulia Timoshenko, ex primera ministra ucrania, asegura que está en
huelga de hambre porque un celador de la prisión en la que debe pasar
siete años le ha golpeado. Sus heridas, que le llevaron a una clínica y
fueron certificadas por la defensora del pueblo de Ucrania, han
traspasado ya las fronteras de la política para adentrarse en el mundo
del deporte. Desde el 8 de junio, Ucrania organiza con Polonia la
Eurocopa de fútbol. El 1 de julio, Kiev, su capital, acogerá la final.
En las oficinas más influyentes de Europa, sin embargo, ya se plantea un boicoteo político, que no deportivo, al torneo: Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, ya ha anunciado que no asistirá a ningún partido, igual que Viviane Reding, responsable de Justicia; Angela Merkel, la canciller alemana, seguirá el mismo camino, según Der Spiegel, al tiempo que su Gobierno condena la situación de Timoshenko; y Vaclav Klaus, presidente de la República Checa, ya ha suspendido un viaje al país.
Mientras, se alienta una pregunta inquietante para la antigua república soviética: ¿sería posible que otro país organizara la parte de la Eurocopa que le corresponde a Ucrania como represalia por el trato a Timoshenko?
“No se lograría en tan corto lapso de tiempo”, afirmó Martin Kallen,
director y responsable de la UEFA para el torneo, en una entrevista con
el diario Süddeutsche Zeitung, que le planteó la posibilidad de
trasladar parte de la Eurocopa a Alemania. “Si no se puede celebrar el
torneo tal cual, es decir, también en Ucrania, entonces la única
posibilidad es aplazarlo a otro año”, añadió el funcionario suizo de la
UEFA, que, además, emitió un comunicado: “La UEFA ha alertado a la
delegación de Ucrania sobre las preocupaciones creadas con motivo de la
situación política en el país entre políticos y medios europeos.
Aunque como organización deportiva nunca interfiera en asuntos políticos, el máximo organismo del fútbol europeo ha solicitado a la delegación de Ucrania que transmita estas preocupaciones a las autoridades competentes”.
La ventolera política pronto provocó una reacción en Ucrania, donde el gobierno de Víctor Yanukóvich ha visto cómo el juicio que derivó en la condena a Timoshenko por “abuso de poder” ha sido calificado de haber sido “politizado” por varios de sus colegas europeos.
“No querríamos pensar que los dirigentes políticos alemanes son capaces de reanimar métodos propios de la Guerra Fría, o que están tentados de hacer del deporte un rehén de la política”, declaró Oleg Volochine, portavoz del ministerio de exteriores ucraniano, tras conocer la decisión de Barroso. “Pese a las divergencias que haya podido tener Alemania con otros países de nuestra región, ninguno de ellos siquiera ha insinuado la posibilidad de un boicoteo de importantes citas deportivas”, cerró Volochine.
No fue el único asunto que puso en contacto ayer a las autoridades ucranianas con el máximo organismo del fútbol europeo, preocupado por las cuatro explosiones que causaron 29 heridos en la ciudad ucrania de Dnepropetrovsk el viernes pasado. “La UEFA recibió una afirmación certera por la que los Gobiernos de los países anfitriones han tomado los pasos necesarios para garantizar la seguridad de todos los visitantes, aficionados y jugadores que vayan a participar en el torneo”, explicó el organismo.
En las oficinas más influyentes de Europa, sin embargo, ya se plantea un boicoteo político, que no deportivo, al torneo: Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, ya ha anunciado que no asistirá a ningún partido, igual que Viviane Reding, responsable de Justicia; Angela Merkel, la canciller alemana, seguirá el mismo camino, según Der Spiegel, al tiempo que su Gobierno condena la situación de Timoshenko; y Vaclav Klaus, presidente de la República Checa, ya ha suspendido un viaje al país.
Mientras, se alienta una pregunta inquietante para la antigua república soviética: ¿sería posible que otro país organizara la parte de la Eurocopa que le corresponde a Ucrania como represalia por el trato a Timoshenko?
El máximo organismo europeo descarta mover el torneo en tan poco tiempo, ante la posibilidad de trasladarlo a Alemania
Aunque como organización deportiva nunca interfiera en asuntos políticos, el máximo organismo del fútbol europeo ha solicitado a la delegación de Ucrania que transmita estas preocupaciones a las autoridades competentes”.
La ventolera política pronto provocó una reacción en Ucrania, donde el gobierno de Víctor Yanukóvich ha visto cómo el juicio que derivó en la condena a Timoshenko por “abuso de poder” ha sido calificado de haber sido “politizado” por varios de sus colegas europeos.
“No querríamos pensar que los dirigentes políticos alemanes son capaces de reanimar métodos propios de la Guerra Fría, o que están tentados de hacer del deporte un rehén de la política”, declaró Oleg Volochine, portavoz del ministerio de exteriores ucraniano, tras conocer la decisión de Barroso. “Pese a las divergencias que haya podido tener Alemania con otros países de nuestra región, ninguno de ellos siquiera ha insinuado la posibilidad de un boicoteo de importantes citas deportivas”, cerró Volochine.
No fue el único asunto que puso en contacto ayer a las autoridades ucranianas con el máximo organismo del fútbol europeo, preocupado por las cuatro explosiones que causaron 29 heridos en la ciudad ucrania de Dnepropetrovsk el viernes pasado. “La UEFA recibió una afirmación certera por la que los Gobiernos de los países anfitriones han tomado los pasos necesarios para garantizar la seguridad de todos los visitantes, aficionados y jugadores que vayan a participar en el torneo”, explicó el organismo.
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